Nota: esta noticia es una broma del día de los Santos Inocentes. La DGT, a apenas unos días de terminar el año, ha presentado una nueva vuelta de tuerca al etiquetado ambiental de los coches. Conscientes de la imposibilidad de que la gran mayoría de zonas de bajas emisiones de España entren en funcionamiento el próximo 1 de enero, ha decidido adelantar trabajo y crear una nueva y restrictiva etiqueta ambiental. La etiqueta D será reservada únicamente a coches de elevado kilometraje, con independencia de la normativa ambiental para la que hayan sido homologados.
Desde el organismo gubernamental, varios técnicos explican las razones que han llevado a la DGT a crear esta nueva etiqueta. El director del Departamento de Soluciones Inteligentes (S.I.) comunica a la prensa que la etiqueta D no es un capricho: «ha sido una necesidad», causa del envejecido parque móvil de nuestro país. Aunque muchos coches disponen de etiqueta ambiental B y C, la DGT cree que ha sido demasiado «permisiva» con su etiquetado, y que a causa de su edad y desgaste, su nivel real de impacto medioambiental es considerablemente mayor.
El impacto sobre la salud respiratoria de las personas de los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión es innegable, y la DGT afirma que los motores que acumulan muchos kilómetros a sus espaldas ya no son capaces de cumplir los valores de emisiones para los que fueron homologados. Ante la imposibilidad de hacer pruebas de emisiones más estrictas en las ITV, por motivos presupuestarios, han decidido crear una nueva etiqueta D. Esta etiqueta será aplicada a todo vehículo que tenga más de 200.000 kilómetros.
Cuando nuestro coche supere ese kilometraje y una ITV lo verifique y lo anote en nuestra ficha técnica y sus ficheros informáticos, nuestro coche pasará a ser clasificado como «etiqueta D». Lo hará de forma automática e irreversible, desgraciadamente. ¿A qué restricciones se enfrenta un coche con etiqueta D? A las mismas que un vehículo sin etiqueta ambiental: no podremos circular por las zonas de bajas emisiones de nuestro país. Si lo hacemos, nos enfrentaremos a una multa de 200 euros, al igual que un vehículo con clasificación A.
La colocación de la etiqueta D no es obligatoria, pero algunos municipios obligan a llevar la etiqueta visible en todo momento, incluso en zonas donde su circulación no están restringida. No obstante, desde el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, creen que los vehículos con etiqueta D pueden ser grandes aliados para las arcas públicas y la protección del medioambiente. Inocencio Fernández, técnico del ministerio, comunica que mediante el pago de una tasa mensual de 28 euros, será posible revertir la etiqueta D a su etiqueta de origen.
Es decir, si mi coche tiene 360.000 kilómetros, pero pago 28 euros al mes, la base de datos de la DGT volverá a clasificarlo como un vehículo de etiqueta B, y podré volver a circular por las zonas de bajas emisiones. Las reacciones de las asociaciones de automovilistas y la patronal del sector del automóvil (ANFAC) no se han hecho de rogar. Creen que este nuevo etiquetado ambiental es una grave noticia para los ciudadanos y una broma de mal gusto, al igual que anunciar la medida sin previo aviso un día 28 de diciembre, a apenas tres días de fin de año.
¡Feliz día de los Santos Inocentes!