El IIHS estrena nueva de prueba de choque (crash test) y una vez más la polémica está servida. El conocido organismo norteamericano ha analizado la seguridad de 20 SUV de tamaño pequeño y medio frente a un nuevo test que simula un impacto lateral contra otro SUV. Pero la clave de este ensayo es que ha buscado ser todo lo real posible en tanto a velocidad, peso o morfología, algo que según el IIHS solo ha podido superar con buena nota 1 de los 20 coches evaluados.
Lo que ha pretendido demostrar el IIHS con esta prueba es que al igual que el mercado ha cambiado en base a la fiebre SUV, los requisitos en materia de seguridad también tienen que hacerlo. No es la primera vez que hablamos de que la presencia de coches cada más grandes y pesados en nuestras carreteras está aumentado la siniestralidad, y esa es precisamente la razón por la que el IIHS ha decidido crear una prueba de choque donde se intenta emular cómo sería recibir un impacto lateral de un SUV de 1.896 Kg, a una velocidad de 60 Km/h y con un diseño y altura del frontal que condicionan mucho el punto de impacto y la absorción de esa energía.
Mazda CX-5
Los resultados obtenidos hablan por sí solos. De los 20 coches analizados, solo el Mazda CX-5 ha conseguido la máxima puntuación de «Good». Por detrás estarían 9 coches califacados con la nota mínima para aprobar de «Acceptable»: Audi Q3, Honda CR-V, Subaru Forester, Toyota RAV4, Volvo XC40, Nissan Rogue, Buick Encore, Chevrolet Trax y Toyota Venza. Ya en entre los suspensos nos encontramos 8 coches con la califación de «Marginal»: Hyundai Tucson, Jeep Compass, Jeep Renegade, Kia Sportage, Chevrolet Equinox, Ford Escape, GMC Terrain y Lincoln Corsair. Y ya para terminar, los casos más preocupantes al obtener la nota «Poor»: Honda HR-V y Mitsubishi Eclipse Cross.
Según el IIHS, el endurecimiento de este test con respecto a la prueba introducida en 2003 (1.497 Kg y 50 Km/h), es una consecuencia lógica de la evolución del mercado. Por esta razón es importante mostrar cómo esa evolución del mercado también debe influir en las exigencias en materia de seguridad, pues si bien la mitad de los coches evaluados ha conseguido aprobar, no es menos cierto que la otra mitad ha presentado carencias en tanto a la integridad del habitáculo, la capacidad para absorber el impacto o los sistemas de seguridad activa y pasiva.
Fuente: IIHS