Para peatones, ciclistas y usuarios de VMP (Vehículos de Movilidad Personal) hay escenas que se han convertido en algo normal, a pesar de estar fuera de la legalidad. Un buen ejemplo de ello es encontrar un vehículo (de dos o cuatro ruedas) parado o aparcado en las vías creadas específicamente para ellos. Y no sólo es una infracción, también una molestia y un peligro para la seguridad. Hay una ciudad que cree haber encontrado la solución a este problema: pagar a sus ciudadanos para que denuncien a los coches que están mal aparcados.
La idea, según informa Bloomberg, es una propuesta de uno los concejales del Ayuntamiento de Nueva York, Lincoln Restler, que está impulsando un proyecto de ley que daría a los civiles el poder de denunciar los vehículos que paran y aparcan en los carriles-bici, a los que bloquean las entradas o salidas de los edificios escolares y a los que hacen lo propio en las aceras o los pasos de peatones. Los neoyorquinos que denuncien esta infracción y presenten, para ello, una evidencia, pueden llevarse el 25% de la sanción propuesta de 175 dólares, es decir, 43,75 dólares.
Esta ley no llegaría sola: lo haría de la mano de otra norma que promete revisar los permisos de estacionamiento que permiten aparcar en la ciudad. Según los promotores del reglamento, son muchos los que han abusado de estas autorizaciones para estacionar sus vehículos personales en carriles para bicicletas, aceras y otros lugares prohibidos. Esperan contar con el suficiente apoyo para convertir el proyecto en ley: una idea parecida ya fracasó la última vez que se intentó algo semejante.
El programa de quejas de Nueva York
Si se aprueba, será la primera vez que este programa de quejas se extienda a los coches personales. Hasta ahora, la única acción relacionada con el mundo del motor consistía en denunciar a los vehículos comerciales que estaban inactivos por la misma recompensa: un 25% de la cuantía. Este sistema entró en vigor hace cuatro años, en 2018, y la participación ha ido creciendo con el paso del tiempo: en 2021, las denuncias (un total de 12.267) crecieron un 35% respecto a 2019. El 92% de esas quejas se transformaron en multas: las arcas públicas de Nueva York recaudaron 2,3 millones de dólares y los ciudadanos que las formularon se repartieron 724.293 dólares.
Pocas multas
Lincoln Restler dijo que su proyecto de ley es necesario porque las sanciones del Departamento de Policía de Nueva York (que, tradicionalmente, ha sido responsable de hacer cumplir estas normas de tráfico) no son suficientes: según el ayuntamiento de la ciudad, el número de multas se mantiene casi un 50% por debajo de los niveles previos a la pandemia. Como ciclista asegura que sufre las consecuencias todos los días, pero recalca que “es aún más problemático para el padre o la madre que lleva un carrito o para una persona que va en silla de ruedas y no puede pasar por la acera porque hay un vehículo que ha aparcado ilegalmente”.
La propuesta es el último intento que Nueva York intenta llevar a cabo para que las calles sean más seguras para los peatones y ciclistas, mientras anima a los residentes a dejar sus coches en casa y buscar formas alternativas de transporte. Las muertes de peatones y ciclistas se redujeron ligeramente en 2022 de Nueva York, pero las cifras se han mantenido en, aproximadamente, 20-115 por año. Y hasta 17 personas que iban en vehículos eléctricos (motos y patinetes), el triple que en 2021, perdieron la vida.
Dudas al respecto
El Departamento de Transporte, que ya se opuso a una versión anterior de la ley de control de estacionamiento, dijo que están estudiando la legislación. Un portavoz de la policía de Nueva York, en un comunicado, expresó su preocupación ya que, desde su punto de vista, la propuesta podría generar conflictos entre los conductores y los ciudadanos: añadió, además, que en Nueva York las agresiones a los Agentes de Tráfico son frecuentes.
Hace tres años, en 2019, Washington propuso dar potestad a un grupo de residentes de cada uno de los ocho distritos de la ciudad para realizar ciertas actividades en el control del tráfico: terminaron eliminando este punto cuando aprobaron el paquete de seguridad vial. En Austin, Texas, también están considerando una norma semejante, pero sólo pone en el punto de mira a aquellos que aparcan en los carriles-bici; el sistema (una recompensa del 25%) sería el mismo.
¿Es la solución?
Puede que los cambios estructurales como el rediseño de las calles, los carriles para bicicletas protegidos, aceras más altas e, incluso, la reforma de las señales de tráfico terminen con este incívico comportamiento que muestran algunos conductores. Al mismo tiempo, hay quien alega que las multas (vengan de quien vengan) es el camino más corto para alcanzar el objetivo de una ciudad más segura para todos los actores de la vía. Y vosotros, ¿qué opináis?