Pensad por un momento en los tiempos automovilísticos que corren: coches eléctricos, híbridos enchufables y motores de baja cilindrada. Y ahora pensad en la posibilidad de que podría volver a aparecer un Lexus LFA con todo lo que ello implica. O al menos así lo pinta la gente del Grupo Toyota después de haber registrado la patente de lo que parece un Toyota GT3 Concept de calle y, según los rumores, podría lucir el logo de Lexus en el frontal para recoger el legado del incombustible LFA.
Y es precisamente eso lo que nos encanta de Toyota y Lexus, que después de tantos años fabricando coches híbridos, desde hace no mucho 100% eléctricos, pueden permitirse el lujo de concebir retoños tan ilustres como el GR Yaris, el GR Supra, el LC500 o este hipotético LFA de segunda generación. Todo ello podría estar motivado por la posible vuelta de Lexus a la GT3 después de retirar al RC F, y lo que implicaría su correspondiente versión de calle para homologarlo.
El Lexus LFA podría ser de nuevo una realidad, aunque por una razón muy concreta
De momento, la patente registrada se limita a desvelar la estética de este posible Lexus LFA, y el cual guarda mucha relación con el concept. Y es que de hecho la única diferencia aparente es que el modelo de calle pierde el gigantesco alerón que sí llevaría la variante de competición, manteniendo así elementos como el escape lateral, el agresivo difusor, los canards o las llantas monotuercas.
A ello debemos sumarle un diseño general muy al estilo japonés, es decir, agresivo y con líneas muy cortantes. En caso de que realmente se termine convirtiendo en un Lexus como apuntan las conjeturas y no en un Toyota, tal vez se adapten ciertos cánones de diseño de los primeros al LFA y así dar mayor constancia de su parentesco con otros modelos de la marca.
Mientras tanto, el frontal se encuentra conformado por lo ya mencionado, un imponente splitter y una firma lumínica LED final y alargada. Similar concepto encontramos en la zaga, donde posiblemente se recurra a un alerón retráctil así como unos pilotos unidos entre sí y que recorren toda la zona posterior. El habitáculo sigue siendo un misterio, pero se espera una mínima presencia de ornamentación y elementos superfluos que en la versión de carreras, tales como una pantalla, climatizador y algún añadido de confort.
Pero vamos al verdadero meollo de la cuestión y vamos a dejarnos de rodeos: ¿qué diantres llevará este hipotético Lexus LFA en sus entrañas? Tanto Toyota como Lexus mantienen un silencio atroz al respecto, por lo que tan solo podemos aventurarnos a vaticinar. No obstante, y muy a nuestro pesar, no se espera que un colosal V10 atmosférico como el que otrora lució el superdeportivo nipón. No obstante, puede que el motor del LC500 tenga una última iteración, siendo así un V8 atmosférico el encargado de animar a esta segunda entrega del LFA aunque rindiendo más de 500 CV.
Sea como fuere, e independientemente de que termine siendo este coche un retoño de Toyota o Lexus, nos congratula saber que en dentro de esta ola de híbridos y eléctricos sigue habiendo hueco para superdeportivos de pura cepa a los que no les importa demasiado la etiqueta medioambiental. Lo irónico es que esto es gracias a todos los años que ambas marcas llevan trabajando precisamente con eso, coches híbridos y eléctricos.