Mercedes tiene a bien lanzar con algunos de sus modelos una versión más radical, más bestia, y más exclusiva, a la que llama Black Series. Lo hizo en su día con el CLK 63 AMG, lo hizo también con el C 63 AMG y lo volvió a hacer con el SLS Black Series de 631 CV. Con cada uno de ellos, Mercedes nos ha hecho salivar y nos ha puesto los dientes largos, sacando a relucir su lado más oscuro. Teniendo en cuenta el aluvión de modelos que anunció AMG, era de esperar que lanzasen otro Black Series con el actual C 63 pero, al parecer, no será así. ¿Cuál es el motivo?
Mercedes-AMG lleva un tiempo sacando toda la artillería para combatir en la guerra del mercado, y no duda usar todo tipo de calibres: desde los bestiales AMG GT R hasta los más descafeinados C, E y GLC 43, pasando por los que tienen como apellido el ’63’ entre los que hay locuras varias como los GLC 63 AMG, unos SUVs de 510 CV. Además, y por si todo lo anterior fuese poco, los de Affalterbach tienen en el cajón de futuribles el Mercedes-AMG Concept, con el que pretenden plantar cara al Panamera de Porsche.
En este baño de nuevos modelos por parte de AMG, no sería descabellado pensar que el actual C 63 AMG fuese a tener una versión más radical. De hecho, mi compañero Mario ya nos habló sobre la posibilidad de un C 63 R con hasta 585 CV. Sin embargo, en declaraciones a CarAdvice, el jefe de AMG, Tobias Moers, ha señalado que no habrá una versión Black Series (que es como podría denominarse a ese hipotético C 63 R). ¿Las razones? Dice Moers que AMG está ahora mismo demasiado ocupada en otros menesteres.
No habrá C 63 de tracción total y un nuevo Black Series queda… ¿Descartado?
Según el jefe de AMG, «el C 63 AMG de esta generación nunca tendrá tracción total, y Black Series sería tracción trasera, por supuesto. Pero estamos tan ocupados que no sé si [un nuevo C 63 Black Series] vaya a existir». Razón quizá no le falte, pues en AMG están inmersos en su hiperdeportivo de altos vuelos, el Mercedes-AMG Project One. Ese coche al que le pondrán un motor derivado de la Fórmula, con un downsizing llevado al extremo y más de 1.000 CV, y tan apretado que habrá que su esperanza de vida será muy, muy corta para un coche de calle.
Aún así, y a pesar de los esfuerzos que estarán poniendo en el hiperdeportivo y en expandir los modelos AMG a toda la gama de Mercedes, el músculo de una marca como la de la estrella no es precisamente débil y podrían estar jugando al despiste. Hace unos meses se pudo ver en Nürburgring un Mercedes-AMG C 63 con alerón fijo y apéndices aerodinámicos que denotaban que algo más radical podría estar en camino. Quizá fuese un C 63 R, potenciado y puesto a punto para acercarse al concepto del BMW M4 GTS.
Moers también aprovechó para recordar que la actualización de la Clase C llegará el año próximo, declarando que «todavía hay margen para hacer un coche mejor», y que tienen que «mejorar el manejo y la dinámica de conducción». Cabe ahora especular con las posibles opciones que se presentan: que Moers haya dicho la verdad y no haya un Black Series, pero sí un C 63 más potente al que apellidarán ‘R’; que exista una versión R y, más adelante, el Black Series como colofón de esta generación; o que el bueno Tobias nos haya dicho la verdad y realmente no haya un C 63 Black Series en esta generación, lo cual sería la más triste de las opciones.
Fuente: CarAdvice
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