Cuando un fabricante como Mazda anuncia que está trabajando en un nuevo motor, quiere decir que se avecina un propulsor diseñado y desarrollado de una forma diferente a lo que vemos en otros fabricantes. Sólo hay que echar un vistazo a su gama para comprobar que a Mazda le gusta navegar a contracorriente, demostrando en la gran mayoría de ocasiones que su particular visión de la ingeniería es tan efectiva, o incluso más, que la del resto de la industria.
El primer moto Full-Hybrid de Mazda
Con motivo de la presentación del Mazda CX-80, el fabricante japonés ha aprovechado para hablar sobre su estrategia de electrificación y los planes a futuro para descarbonizar toda su gama de coches. La práctica totalidad de su oferta cuenta ya con algún grado de electrificación, sin embargo ello no quita para que siga impulsando el desarrollo de los motores gasolina para así conseguir una alternativa cada vez más eficiente y sostenible frente a los coches 100% eléctricos.
Mazda CX-80
Es por ello por lo que el CEO de la marca, Masahiro Moro, ha confirmado que Mazda está trabajando en su primer motor híbrido completo o Full-Hybrid. Esta tecnología aún no estaba presente en los modelos de Mazda, sin embargo ahora quieren convertirla en una parte fundamental de su estrategia gracias al equilibrio que brinda entre motor eléctrico y motor gasolina para alcanzar la mayor eficiencia posible.
Lo más importante de este anuncio es que Mazda está desarrollando este motor de forma propia e independiente, por lo que se trataría de un motor completamente nuevo. Y esto es importante señalarlo porque en modelos como el Mazda CX-50 que se vende en el mercado americano, pronto veremos llegar un motor híbrido completo, pero su origen es Toyota.
Así las cosas, el objetivo de Mazda es crear un sistema híbrido que ocupe el espacio que existe entre los sistemas microhíbridos de 24 y 48 voltios que ya se ofrecen en el grueso de su gama y el motor híbrido enchufable de 327 CV disponible en los modelos CX-60 y CX-80. Este propulsor híbrido será gasolina, de cuatro cilindros y contará con capacidad para mover el vehículo en modo 100% eléctrico durante cortas distancias, consiguiendo así reducir de forma significativa el consumo de carburante en el uso más urbano. La energía eléctrica provendrá únicamente de la frenada regenerativa.
El lanzamiento de este nuevo propulsor híbrido está previsto para 2025 y posiblemente sea estrenado en la nueva generación del Mazda CX-5, un coche que está cada vez más cerca de su completa renovación y que es uno de los modelos más vendidos del fabricante nipón.
Fuente: AutomotiveNews