Esta semana, el Consejo de Ministros de España ha aprobado una serie de cambios para el Plan MOVES III, un programa de subvenciones públicas relacionadas con la movilidad sostenible que, entre otras cosas, concede ayudas económicas directas para la compra de vehículos híbridos o eléctricos: hasta 7.000 euros por unidades que valgan menos de 54.450, IVA incluido.
La modificación más relevante, recogida en BOE a raíz de un Real Decreto, es la admisión de ciertos coches usados con muy poca antigüedad (es decir, relativamente actuales en términos tecnológicos y ecológicos) dentro de los beneficios que se ofrecen al consumidor nacional.
Para la adopción oficial de las mejoras del MOVES III, que han sido propuestas e impulsadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se han tenido en cuenta las pertinaces pero acertadas sugerencias y demandas de diferentes organismos y asociaciones industriales dentro o cerca del sector del automóvil. También se ha escuchado a una parte de la Administración, crítica con las bases y el procedimiento que se había estipulado de inicio.
Tres ideas clave para entender la transformación del MOVES
Desde La Moncloa comunican tres cambios fundamentales cuyo objetivo es reforzar el marco de la autorización de ayudas del citado Plan para acelerar la renovación del parque móvil español. Los nuevos incentivos ligados a la movilidad eléctrica incluyen:
- Concesión de fondos a vehículos “seminuevos”, con una antigüedad máxima de 12 meses, a fin de ampliar y favorecer el acceso a nuevas tecnologías de propulsión, pues se trata de productos más asequibles.
- Incremento del número de unidades que cada persona, física o jurídica, puede solicitar por comunidad autónoma, pasando de 50 a 250 para facilitar la renovación de flotas públicas o privadas (empresariales).
- Aumento de los ejemplares de demostración, con hasta 12 meses de edad (antes sólo 9), que pueden vender los concesionarios, situándose en 90 frente a los 30 que se permitían hasta ahora (tres veces más).
Para el primer punto, concerniente a los coches de segunda mano, se mencionan los utilizados por las compañías de alquiler (RAC) o por los propios fabricantes para sus respectivas actividades comerciales como parte de los requisitos para acceder a las subvenciones del programa MOVES.
Cabe recordar que este Plan está coordinado por IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), gestionado por las CCAA, vigente hasta finales de diciembre de 2023 y dotado con hasta 1.200 millones de euros con base en la última ampliación. Al término de mayo de este mismo año, ya se habían transferido y liquidado casi 900 millones de euros.
Una medida muy conveniente que llega con retraso y deficiente
A estas alturas de la evolución que está teniendo lugar en el mercado del automóvil, adquirir turismos eléctricos sigue siendo, pese a todo, algo muy complicado para la inmensa mayoría de la población española. No sólo se ha reducido su capacidad de ahorro y de consumo en los últimos años, sino que todavía no hay una infraestructura de recarga lo suficientemente grande y bien mantenida que pueda servir de argumento de venta y tenga potencial como para apoyar de forma efectiva las matriculaciones de vehículos “cero emisiones” (nuestro país continúa a la cola de Europa en estos términos).
De hecho, así lo denuncian desde varias entiendes como GANVAM, asociación que indica igualmente la insuficiencia de la antigüedad máxima establecida para las nuevas unidades usadas susceptibles de recibir ayudas. La patronal propone elevar esa cifra hasta los 36 meses (3 años) para que los precios sean inferiores y, por ende, se encuentren al alcance de más clientes.
