Cuando Tesla nos presentó la última generación del Tesla Model S todas las miradas se centraron en su interior y, más concretamente, en el puesto de conducción. La disposición era nueva, se mantenía la enorme pantalla central del salpicadero… y el volante tradicional había desaparecido para dar paso a un mando más parecido al de un avión. A simple vista no parecía demasiado práctico, algo que los compañeros de Consumer Reports se han encargado de confirmar: el nuevo volante de Tesla es de todo… menos seguro.
Bautizado con el nombre de ‘yoke’, se trata de un volante de tipo yugo: tiene una forma cuadrada y abierta, es decir, no existe la parte superior. Tesla defiende su apuesta recordando que mejora la visibilidad del cuadro de instrumentos, de la pantalla y del Autopilot (cuando éste llegue). Sus detractores y algunos de sus trabajadores, mientras tanto, señalan problemas de funcionalidad, de comodidad y, sobre todo, de seguridad.
Resbaladizo, pequeño y doloroso
Tesla Model S
En el vídeo que acompaña a estas líneas, Consumer Reports se ha puesto a los mandos del Tesla Model S que han adquirido para analizar la viabilidad del famoso volante. Os adelantamos que, como podéis imaginar, las críticas se suceden unas a otras. Lo primero que destacan es la falta de practicidad y el atisbo de riesgos: “Sirve de poco y genera posibles problemas de seguridad”.
Conclusiones a las que han llegado después de una semana de pruebas en las que han participado hasta diez personas. De sus impresiones se desprende que el volante se resbala en los giros, las manos de algunos probadores no caben en las empuñadoras y la postura que obliga a adoptar genera dolor en viajes largos.
Los intermitentes y el claxon
En la práctica el volante del Tesla Model S es incómodo, sobre todo en las maniobras que requieren varios giros. A esto hay que añadir los inconvenientes generados por los botones sensibles al tacto con los que se controlan los intermitentes y el claxon.
No sólo se invierten, sino que obligan al conductor a mirar para abajo para asegurarse de que está presionando el botón correcto: a pesar de ello, la bocina sonó más veces de las deseadas y, además, la ubicación de este control hace que sea difícil encontrarlo rápidamente en una situación de emergencia.
Elon Musk
A pesar de ello, Elon Musk sigue defendiendo la presencia del volante de avión en sus coches. Estos días, un usuario de Twitter le preguntó si existía algún motivo práctico detrás de este particular diseño. El CEO de Tesla respondió de la siguiente manera: “Otro volante redondo y aburrido bloquearía la pantalla. Con el volante de tipo yugo se ve el Autopilot en modo panorámico mucho mejor”. Sin embargo, son muchos los que siguen cuestionando esta apuesta e, incluso, la conciben como una estrategia de marketing para que la marca siga ocupando la primera fila de la actualidad.