El Volkswagen Golf R tiene muchas cosas buenas, como un motor muy explosivo, una dinámica muy eficaz y la tecnología que exige el cliente actual. Sin embargo, el compacto teutón lleva repitiendo receta desde hace dos generaciones, y las oportunidades que presentan las ediciones especiales, como el Golf R Limited que hoy nos ocupa, no son aprovechadas para cambiar la situación. Al fin de cuentas nos topamos con el mismo 2.0 TSI potenciado hasta los 333 CV, con una serie de detalles estéticos propios y un equipamiento de serie muy completo. Pero ya está.
Y ya que estamos hablando de un coche que, con toda seguridad, superará el umbral de los 70.000 euros, uno se espera un cambio realmente trascendente. Pero ello no quita que el Volkswagen Golf R Limited sea una opción interesante para quien busque cierta distinción y salir del Golf R «convencional» de una manera más abrupta.
Más de lo mismo para el nuevo Volkswagen Golf R Limited
Volkswagen Golf
Esto lo consigue por medio de una estética protagonizada por una pintura exclusiva bautizada como Amarillo Lima, tonalidad metalizada que contrasta con unas llantas Estoril de 19 pulgadas rematadas en negro y calzadas con neumáticos semi-slick. Además, a ello hay que sumarle un adhesivo en la zona baja de las puertas con el que se hace alusión al número «333».
En el habitáculo no encontramos grandes cambios más allá de la presencia de una placa identificativa que indica que estamos ante la edición especial Limited. No obstante, el punto álgido de este reside en un equipamiento de serie conformado por elementos como escape Akrapovic, faros matrix LED, cámara de visión trasera y sistema de sonido Harman Kardom de nueve altavoces entre otros elementos.
Pero donde realmente podríamos encontrar una diferencia sustanciosa y capaz de justificar el precio que tendrá el Golf R Limited, más allá de estar sujeto a una producción limitada, es en su apartado mecánico; aunque no es así. Y es que en las entrañas del que se erige como el Volkswagen Golf R más potente de la historia nos encontramos con el archiconocido 2.0 TSI, un cuatro cilindros sobrealimentado por turbo que, para la ocasión, produce 333 CV y 420 Nm de par.
Estamos hablando de unas cifras que se gestionan por medio de una caja automática de siete relaciones y doble embrague, y que permiten un 0 a 100 en 4,2 segundos y una velocidad máxima de 270 km/h. Todo ello aderezado por el sistema de tracción total 4Motion y lo que se conoce como R-Performance Torque Vectoring, es decir, tecnología de vectorización del par.
Y aunque bien es cierto que estamos ante unas prestaciones excepcionales para un compacto, el hecho de lanzar una edición limitada podría tener un punto de exclusividad que saliese de un color específico y un equipamiento de serie muy completo. Esto podría solucionarse, por ejemplo, como hizo CUPRA con el Formentor VZ5, cuya razón de ser reside en el cinco de cilindros de origen Audi que reposa en su interior. O incluso me atrevo a ser más fantasioso al imaginar un V6 animando, de nuevo, al compacto alemán, pero soy consciente de la imposibilidad de esa opción, y más en los tiempos que corren.
Sea como fuere, la realidad es que las sinergias en el Grupo Volkswagen tienen sus limitaciones, y crear ese ansiado Golf de cinco cilindros parece que quedará en un anhelo o incluso utopia. Sin embargo, ello no impedirá que las unidades que produzcan los de Wolfsburgo del Volkswagen Golf R Limited superen, seguramente, los 71.655 euros que cuesta el Golf R 20 Aniversario, versión que recordemos que iguala en cifras a la variante que hoy nos ocupa.