Hace exactamente 30 años, los grupos PSA (francés) y FIAT (italiano) anunciaron una alianza estratégica en términos industriales para desarrollar monovolúmenes medianos sobre una misma plataforma. Se producirían en Francia con costes contenidos, pero con un gran valor añadido para clientes familiares que buscasen amplitud, seguridad y eficiencia al mismo tiempo.
Así nacía la “joint venture” Sevel Nord y su conjunto de cuatro productos, conocido como Eurovan. Estos automóviles, especialmente espaciosos pese a medir cerca de 4,5 metros de longitud, eran el Citroën Evasion, el Peugeot 806, el FIAT Ulysse y el Lancia Zeta, algunos de los cuales fueron renombrados en posteriores generaciones. En este artículo repasamos precisamente sus segundas ediciones, comercializadas entre 2002 y 2014, hasta que la moda SUV se impuso en el sector.
Eurovan II: un cuarteto de anti-SUV confortables, con 7 plazas y el máximo espacio
Los Citroën C8, Peugeot 807, FIAT Ulysse II y Lancia Phedra llegaron a principios de este siglo con un tamaño superior, especialmente en términos de longitud. Con pequeñas diferencias entre ellos, medían 4,72 metros de longitud por 1,86 de anchura, 1,75 de altura y 2,83 de batalla (distancia entre ejes). Estas mayores dimensiones respecto a sus antecesores repercutía en habitáculos aún más amplios.
A diferencia del aspecto exterior, que variaba notablemente entre los modelos de cada marca, el diseño de la cabina era sumamente parecido, aunque en el del Lancia se usaron mejores materiales y se prestó más atención a los ajustes que en el resto. Con todo, hablamos de vehículos que demostraron ser bastante sólidos y bien ejecutados, lo cual, en combinación de un aislamiento acústico reseñable, redondeaba la sensación de confort a bordo.
Todos contaban con la particularidad de poder tener 7 plazas distribuidas en tres filas de asientos, aunque normalmente sólo se ofertaban 5 como estándar. El Citroën, que fue uno de los más vendidos en España, declaraba un maletero con una capacidad de 830 litros si no se hacía uso de las dos últimas. De lo contrario, el volumen se reducía a unos todavía generosos 225 l.
Además, el espacio de carga podía modularse mediante banquetas desplazables o ampliarse hasta los casi 3.000 l en caso de abatir todos los respaldos menos los del conductor y su acompañante. ¡Más que algunas furgonetas modernas! Se trataba de coches sin rival en este aspecto.
Monovolúmenes con distintivo ambiental y que gastan poco
Aunque algunos de sus motores no han sido adalides de la fiabilidad, especialmente en materia de electrónica y no tanto de mecánica, los C8, 807, Ulysse y Phedra creados a partir de 2006 disponen del ansiado distintivo medioambiental B, pese a que cada vez falta menos para que deje de resultar ventajoso en las principales ciudades de España. También hay algunas unidades con etiqueta C, pero son una minoría.
Entre las opciones alimentadas con gasolina, existía un 2.0 de 136 o 140 CV, un 2.2 de 158 CV y un 3.0 de 204 CV. Los dos primeros tenían cuatro cilindros y el más potente seis. La tracción siempre era delantera, mientras que la transmisión podía ser manual de cinco relaciones (2.0 y 2.2) o automática de cuatro (2.0 y 3.0). En el mejor de los casos, el consumo era de 9 l/100 km, llegando a casi 12 en el propulsor V6, más caro.
Sobre las configuraciones diésel, mucho más ventajosas en cuanto a eficiencia, había un 2.0 HDi de 109, 120, 136 o 163 CV y un 2.2 HDi con 128 o 170 CV. Tampoco daban opción a tracción integral, pero concedían un cambio manual con seis velocidades en la mayoría de combinaciones (sólo cinco en el 2.0 anterior a 2006), así como una caja robotizada, igualmente con seis marchas, en la versión 2.0 más reciente (de 2010 en adelante). Para estos, el gasto de gasóleo iba de los 5 a los 7 l/100 km (excelente).
Chollos rodantes: precios de segunda mano
Actualmente, centrándonos sólo en ejemplares con motorizaciones diésel, pegatina B, buen estado y menos de 150.000 kilómetros, es posible encontrar FIAT Ulysse entre 4.000 y 5.000 euros, Peugeot 807 y Lancia Phedra entre 5.000 y 6.000 euros, y Citroën C8 entre 6.000 y 7.000 euros. Además, las unidades mejor cuidadas y menos usadas rara vez superan los 10.000 euros. Si necesitas un coche amplio y frugal, estos son auténticos chollos en tiempos de automóviles caros.
