Opel ha anunciado el “restyling” de la sexta generación del Corsa, su modelo más pequeño. Esta renovación parcial incluye cambios en su diseño y en su equipamiento para competir en mejores condiciones contra los utilitarios más modernos del mercado en 2023, tras cuatro años a la venta. Las modificaciones más relevantes se producen sobre el frontal del coche, que recibe un aspecto acorde con el resto de la gama de la marca alemana, sobre la dotación tecnológica, que es un poco más abundante, y sobre las prestaciones de la versión eléctrica Corsa-e, que es más potente y llega más lejos.
El “facelift” del Corsa F no presenta grandes novedades para su fabricante, pero sí importantes para el producto en cuestión. A nivel estético, adopta el Opel Vizor, una falsa parrilla frontal que une visualmente los dos faros. Además, estos pueden funcionar ahora con más LED matriciales, lo que permite adaptar mejor la iluminación de la calzada durante la noche. Existen otros pocos detalles que distinguen la edición de 2019 de la actual, como el oscurecimiento de los faros, la carrocería bitono o la reinterpretación de los parachoques. También muestra una evolución en el interior, fundamentada en nuevos patrones de tapicería, selector de transmisión y volante.
Opel Corsa
La firma germana ha hecho hincapié en la instalación de un sistema multimedia totalmente revisado que cuenta con instrumentación completamente digital de 7 pulgadas y pantalla táctil central de 7 o 10. En el caso de instalarse la más grande, el software es el mismo que el del Astra 2022, modelo superior (4,37 metros de largo en vez de 4,06). Esto es significativo porque incorpora, entre otras cosas, asistente virtual mediante reconocimiento de voz, actualizaciones remotas y compatibilidad móvil inalámbrica. Igualmente, la cámara de visión trasera dispone de una mayor resolución.
Etiqueta ECO para las versiones de gasolina y dos opciones 100% eléctricas
El único motor de combustión del Opel Corsa, fabricado en Zaragoza, seguirá siendo un gasolina tricilíndrico de 1,2 litros con tres niveles de potencia: 75, 100 o 130 CV. En los dos últimos casos, donde se introduce turboalimentación para mejorar el rendimiento, se podrá solicitar hibridación ligera de 48 voltios. Esto se traduce en la obtención de la etiqueta ECO de la DGT en lugar de la C, básica y menos ventajosa. No se prevé que haya opciones diésel, fruto de la estrategia de Opel para este segmento de la industria.
A cambio, se añade una nueva versión eléctrica Corsa-e, que complementa a la que ya existía antes de la actualización con 136 CV y 357 km de autonomía. La más reciente y prestacional desarrolla 156 CV gracias a un motor inédito y homologa 402 km de rango de distancia recorrida según ciclo combinado WLTP con base en una batería optimizada en términos de capacidad útil, gestión energética y admisión de potencia de entrada para la recarga. También lleva bomba de calor para la climatización y transmisión reajustada. Su comercialización en cualquier configuración comenzará en verano, momento en el que conoceremos su precio.