A veces pienso que el ser humano no tiene límites en su egolatría y egoísmo. Esta es una de esas historias que me lo confirman. Sucedió en Arlington Row, una calle de Bibury, un precioso pueblo de los Cotswolds (Reino Unido). Este pueblo – patrimonio histórico en Reino Unido – es visitado por miles de turistas cada año, que disfrutan de su arquitectura tradicional, anclada en un pasado bucólico y pausado. El pobre Opel Corsa de Peter Maddox, un anciano de 84 años residente en Arlington Row, ha amanecido vandalizado hace escasos días. ¿El motivo? «Arruinar» las fotos de postal de este pintoresco pueblo.
En 2015, su Opel Corsa de color amarillo plátano se hizo viral en Internet. Diversos aficionados a la fotografía criticaban en Twitter que el coche había hecho un «photobomb» – una foto, arruinada por una persona, animal u objeto que no debería salir en ella – en toda regla, en una calle que de no ser por el coche, parecería directamente sacada del siglo XIV. Para Maddox, dentista jubilado y viudo desde hace 15 años, este Opel Corsa representa su libertad y movilidad personal. Lo compró hace 3 años y lo deja aparcado en la calle, frente a su casa, a la que se mudó tras el fallecimiento de su esposa.
Opel Corsa
Su casa es una de esas casas históricas del siglo XIV, y como quizá se pueda entender, no tiene un garaje integrado. El 23 de enero, el Opel Corsa amarillo de Peter Maddox – del que estaba enamorado – amaneció con varios cristales rotos, multitud de paneles de su carrocería rayados a conciencia y la palabra «MOVE», grabada con un cuchillo sobre el capó. Una muy poco amable invitación a que el coche desapareciese de la vista, y dejase de «arruinar» fotos de postal. El seguro de Peter Maddox ha valorado los daños en varios miles de libras, ya que hay que repintar el coche al completo.
Aunque los daños del coche no sean tan graves, su escaso valor residual ha hecho que el seguro valore declararlo siniestro total. Como es lógico, Peter está destrozado ante semejante acto vandálico, que ni él ni los vecinos alcanzan a comprender. Es un miembro respetado de la comunidad y el coche es la única forma que tiene de conectarse con el resto del mundo. El apoyo de sus vecinos y de internet ha sido tal, que incluso varias plataformas de crowdfunding están recaudando dinero para que el coche pueda ser reparado. Desde Diariomotor opinamos que este famoso Opel Corsa merece seguir aportando un curioso toque de color a las fotos de Arlington Row.
Además, quién ríe último, ríe mejor. Peter Maddox asegura que si su actual Corsa es declarado siniestro total, se comprará otro Opel Corsa, amenazando con comprárselo en color verde lima.
Fuente: Telegraph
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