El Opel Grandland X tendrá su primer baño europeo de masas en el Salón de Frankfurt, en septiembre. Casi inmediatamente después, llegará a los concesionarios de la red europea del fabricante alemán. El Opel Grandland X es un producto de base muy francesa: comparte plataforma EMP2 con el Peugeot 3008, además de tecnologías y motorizaciones. En verdad, es un Peugeot con un envoltorio diseñado y ensamblado por Opel. Este crossover de 4,48 metros de longitud se venderá inicialmente con dos motorizaciones de hasta 130 CV, a un precio que arranca en 23.700 euros para el mercado alemán. Esto es todo lo que sabemos de momento.
Motores del Opel Grandland X
Inicialmente, estará sólamente disponible con dos motores, diésel y gasolina, con potencias respectivas de 120 CV y 130 CV. El motor de gasolina es un 1.2 Turbo de tres cilindros, el conocido 1.2 PureTech, entendemos que en su «versión 2017» – dotado con filtro de partículas, el mismo que estrena también el renovado Peugeot 308. Con este motor, el Opel Grandland X homologa un consumo medio de 5,4 l/100 km, y se puede asociar tanto a una caja de cambios manual de seis relaciones como a una caja automática de convertidor de par y seis relaciones. Esta caja de convertidor es la conocida EAT6 del Grupo PSA, fabricada por los japoneses Aisin.
Opel Grandland
El motor diésel del Opel Grandland X será el más demandado. Aunque Opel lo venderá con una denominación Turbo D, es un 1.6 BlueHDi de PSA, un conocido propulsor de 120 CV de potencia y consumos reales muy contenidos. Con un par motor máximo de 300 Nm a sólo 1.750 rpm, homologa un consumo medio según ciclo NEDC de sólo 4,3 l/100 km en su versión más básica. De nuevo, se asocia a las mismas cajas de cambio que el motor 1.2 Turbo. Opel expandirá la gama de motores del Grandland X unos meses tras el lanzamiento, especialmente para los clientes que demanden motorizaciones más potentes.
Todo parece indicar que dichos motores serán propulsores diésel BlueHDi de 150 CV o 180 CV, así como motores 1.6 turbo de gasolina de hasta 200 CV de potencia, minoritarios en este último caso. Los Opel Grandland X serán en su totalidad de tracción delantera, pero cuentan con un as en la manga: el sistema Grip Control, un control de tracción con varios modos, que optimiza la respuesta del motor y controles electrónicos – llegando incluso a permitir que las ruedas patinen de forma controlada – para que el crossover pueda defenderse sobre diferentes superficies sin necesidad de un eje trasero motriz.
El Opel Grandland X también destacará por su carácter práctico: en sus apenas 4,5 metros de largo será capaz de albergar un maletero de al menos 514 litros de capacidad, ampliable hasta los 1.652 abatiendo los asientos traseros. En lo tocante a conectividad y ayudas a la conducción, el crossover disfruta de conectividad OnStar – el coche se convierte en un punto WiFi rodante y un asistente personal en un call center atenderá nuestras peticiones – y lo último en seguridad activa: control de crucero adaptativo, alerta de conductor cansado, frenado autónomo con detección de peatones o cámaras de visión en 360 grados.
Esperamos pronto poder probarlo y contaros nuestras impresiones de primera mano.