No parece que estemos, precisamente, en el mejor momento para el sedán en Europa, especialmente si su nombre no es Audi, BMW, o Mercedes-Benz. Pero Opel sigue confiando en uno de sus productos estrella que, sin ser el más vendido de la marca, sí es el mejor reflejo de su espíritu, y de lo que han trabajado durante años para posicionarse como un fabricante de productos de calidad, y para estar un peldaño por encima del producto más generalista. El Opel Insignia va camino de su segunda generación, pero ante sí tiene el mayor reto de su historia, plantar cara al producto que más crece, y que más clientes conquista, el SUV. En esta segunda generación, el Opel Insignia ya va camino de los 100.000 pedidos. ¿Pero eso qué significa? ¿Estamos ante un éxito o un espejismo?
100.000 pedidos en Europa para el Opel Insignia
Hace un año comenzaban las reservas, y las ventas, del Opel Insignia. Aunque el inicio oficial de su producción, después de meses de trabajo adaptando las líneas, las primeras preseries fabricadas, y una inversión de 500 millones de euros en la fábrica de Rüsselsheim, se produciría en marzo.
Opel Insignia
En este primer año de ventas y reservas en concesionario, el Opel Insignia ya ha alcanzado los 100.000 pedidos. Una cifra que de trasladarse a ventas anuales estaría próxima a las expectativas que puede tener un producto como este. Recordemos que, aún iniciándose sus ventas hace un año, en este tiempo la gama Opel Insignia ha crecido, del Grand Sport inicial que es la nueva denominación del sedán; hasta los Sports Tourer, de carrocería familiar; los Country Tourer, de carrocería familiar y detalles de crossover; y próximamente con la llegada de los GSi, la versión deportiva.
El Opel Insignia Sports Tourer es la versión familiar del sedán alemán, que también está disponible en versión campera, o Country Tourer, y deportiva, o GSi.
El reto de superar al primer Opel Insignia
El mayor reto de este nuevo Opel Insignia será el de superar las cifras de la primera generación, que consiguió que con la salida de la última unidad producida de la fábrica se hubieran contabilizado más de 940.000 unidades. Para superar esas cifras, el nuevo Opel Insignia debería vender algo más de 100.000 unidades al año, y que su vida comercial se alargue, como mínimo, durante 8 años. De conseguir estos objetivos, el Opel Insignia se convertirá muy probablemente en el último Opel de la era General Motors que quede en los concesionarios, antes de la completa integración en PSA.
Por tomar algunas referencias, en sus últimos años de fabricación, la primera generación del Opel Insignia no llegó a vender en Europa más de 100.000 unidades, quedándose en 94.796 en 2015 y 81.436 en 2016, y por detrás en ventas de productos como Opel Astra, Opel Corsa y Opel Mokka X. En sus buenos tiempos, en cualquier caso, el Opel Insignia sí que era un producto que superaba las 100.000 unidades al año.
En España, mientras tanto, el Opel Insignia cerró el año pasado con más de 7.000 matriculaciones. Una cifra que no está nada mal si tenemos en cuenta que no ha sido un año completo para esta segunda generación. Y una cifra aún más interesante si tenemos en cuenta que los únicos rivales del Opel Insignia que estuvieron en mejores cifras fueron el Volkswagen Passat y el Audi A4.
Más imágenes del Opel Insignia GSI: