La adquisición de Opel por parte de PSA (Peugeot – Citroën) estaba claro que traería importantes cambios en el fabricante alemán expropiedad de General Motors. Los lazos entre Opel y PSA se han estrechado hasta tal punto que modelos como los nuevos Opel Crossland X y Opel Grandland X son el vivo ejemplo de las nuevas sinergias francoalemanas para compartir plataformas y motores y así conseguir reducir costes. Pero este movimiento no será algo puntual, y es que parece inevitable que Opel diga adiós para siempre a todas sus plataformas y mecánicas.
Desde que PSA tomara el control de Opel son muchos los rumores que hablan de una gran reestructuración de Opel en favor de alcanzar una mayor rentabilidad y apostar por una política de repartición de costes que permita mejorar la competitividad de las 4 grandes marcas del grupo: Peugeot, Citroën, DS y Opel. Desde PSA ya han advertido de que Opel tiene un gran camino por recorrer para alcanzar las cifras de eficiencia de las fábricas de PSA, algo que es un claro signo indicativo de que se avecinan grandes cambios cuando no cierre o reestructuración en esas fábricas.
Opel Grandland
La noticia la daba Gilles Le Borgne, jefe de desarrollo de PSA, quien anunciaba que los acuerdos entre PSA y Opel traerán el común uso de plataformas y motores, lo que inevitablemente llevará a la desaparición de plataformas y motores usadas por Opel hasta la fecha cuyo origen estaba en General Motors. Este proceso no será un movimiento radical, sino que necesitará de una periodo de años para adaptar las líneas de producción y estudiar el futuro de todas las fábricas que ahora ya pertenecen a PSA. Los franceses tienen una plataforma modular EMP2 y una nueva generación de motores diésel y gasolina, lo que hace que PSA no esté interesada en seguir usando los motores «convencionales», y mucho menos las plataformas de Opel-GM.
El gran daño colateral de esta estrategia es que Opel podría perder sus motores más prestacionales en el futuro, motores como el 2.0 Turbo de 260 CV del nuevo Opel Insignia GSI.
¿Pero qué sucede con el mejor valor que posee Opel, las tecnologías de propulsión eléctrica y pila de combustible de GM? Como no podía ser de otra forma, PSA está muy interesada en hacerse con la tecnología de modelos como el nuevo Opel Ampera-e para su futuro híbrido y eléctrico. Aunque PSA ha hecho sus pinitos en materia de bajas emisiones con los modelos Peugeot iOn/Citroën C-Zero y los sistemas Hybrid4, lo cierto es que el futuro del grupo francés en esta materia se vería seriamente reforzado con la adquisición de la tecnología empleada por Opel. Pese a haberse aprobado la venta de Opel a PSA, este punto todavía no ha sido cerrado, lo que destapa un proceso de negociación que es todavía más importante que el fin de los motores y plataformas de Opel.
Fuente: AutomotiveNews
