Que el Opel Ampera-e tenía sobrados argumentos para convertirse en un best seller es algo que se veía venir, sin embargo la realidad ha superado las previsiones y el aluvión de reservas que tiene en firme Opel supera muy holgadamente la capacidad de fabricación del Ampera-e, lo que es un serio problema para cumplir con los plazos de entrega. Ante un aluvión de miles de pedidos y subiendo, Opel ha decidido paralizar las ventas del Ampera-e sin confirmación de cuándo volverán a reactivarse.
Los argumentos del Opel Ampera-e son muy claros, y al igual que su hermano el Chevrolet Bolt, su objetivo es ofrecer el esperado punto de inflexión en movilidad eléctrica donde poder disfrutar de cerca de 400 kilómetros de autonomía real por un precio en torno a los 40.000 euros. Con este planteamiento se ha convertido en el peor enemigo de modelos que comparten mismo enfoque como el Tesla Model 3, sin embargo General Motors aceleró lo suficiente el desarrollo para poder llegar antes y así copar un mercado eléctrico cuyo principal rival sería ahora el nuevo Nissan Leaf.
Aunque Opel ha cambiado de dueño muy recientemente, Opel ahora pertenece a PSA, el Opel Ampera-e es un producto desarrollado por General Motors con tecnología propia y que todavía tiene en el aire si PSA podrá disponer y explotar dicha tecnología. Las ventas del Ampera-e han seguido su curso pese al cambio de manos, sin embargo las reservas del modelo no han hecho más que crecer y ahí General Motors – que es quien todavía se encarga de su construcción y distribución – se ha encontrado con un serio problema de exceso de demanda. GM o no ha querido o no ha sabido prever el éxito del Opel Ampera-e, motivo por el que además del veto a ciertos mercados para su comercialización ahora ha de sumar una paralización de las ventas hasta nuevo aviso.
Durante el lanzamiento del Opel Ampera-e General Motors ya comunicó que se trataba de un producto muy especial donde la rentabilidad ni está ni se le espera, o eso es lo que dicen y lo que podría explicar su intencionado bajo ritmo de fabricación. El Ampera-e sólo ha llegado a algunos mercados en Europa, encontrando casos como Noruega donde ya tiene 4.000 pedidos en firme y más de 10.000 reservas. A ello habría que añadir un éxito similar en Bélgica, Holanda y Alemania, lo que ha forzado a Opel a ofrecer unos plazos de entrega muy extensos que pueden volverse en su contra. Sin que GM haya comunicado el ritmo de producción real del Ampera-e o si este va a incrementarse, la única solución que ha encontrado la firma alemana por el momento es paralizar las ventas hasta que se consigan abastecer los pedidos en firme y recortar los plazos de entrega a cliente. Ya se sabe, morir de éxito también es posible.
