Ya han pasado tres años desde que el escándalo de Volkswagen saltara a la palestra y se iniciara una crisis que, sin duda, conseguiría que la visión del diésel de la opinión pública nunca fuera la misma, y el descrédito de una marca, y por ende de la industria del automóvil. En este tiempo las investigaciones han proseguido y el escrutinio sobre los motores de otras muchas marcas nos ha llevado a que periódicamente se den a conocer nuevas investigaciones. La policía alemana habría iniciado un registro en las oficinas de Opel en Rüsselsheim y Kaiserslautern, que la propia marca ya ha reconocido. Opel, en cualquier caso, no habría especificado aún el motivo de esta investigación, aunque sí se habría apresurado a asegurar que «sus vehículos cumplen con las normativas aplicables».
La policía registra las oficinas de Opel
Según el diario alemán Bild, la investigación tendría que ver por un supuesto caso de manipulación en el software de 95.000 vehículos, de los modelos Opel Insignia, Opel Zafira y Opel Cabrio.
Las sospechas sobre las emisiones de los diésel
Insistimos en que, de momento, se trataría de una investigación y que, oficialmente, Opel aún no ha dado más detalles acerca de ella.
Tras desatarse el escándalo de Volkswagen, Opel fue una de las marcas que fueron investigadas por supuesto fraude. En Alemania, se investigaron irregularidades en la lógica de funcionamiento de los sistemas anticontaminación, que los fabricantes defendieron como el comportamiento normal del sistema en ciertas condiciones – reales – para evitar averías en el motor. Otra investigación, la que se llevó a cabo en Francia, concluiría en 2017 que no había ninguna evidencia de posible fraude en los coches investigados. Ver noticia en Autocar.co.uk.
Ahora solo queda esperar a las noticias que nos lleguen de Alemania, para aclarar si efectivamente esta investigación tiene que ver con un tema de emisiones, o no.