Hace ya años, os hablamos en Diariomotor del Oskosh JLTV, también conocido como Oskosh L-ATV. Este vehículo desarrollado por Oskosh Defense es el reemplazo del vetereano HMMWV de AM General, el mítico Humvee. Es mucho más grande, es más capaz, es mucho más moderno y además protege mucho mejor a los militares que ocupan su interior. También es mucho más caro, pero de ese problema solo se tiene que preocupar el ejército estadounidense. La noticia es que Oskosh acaba de presentar una interesantísima versión híbrida de esta navaja suiza con ruidas.
Oskosh lleva más de 10 años refinando su tecnología híbrida desde que participase por primera vez en la Baja 1000 con uno de estos vehículos. Lo que el especialista americano añade a la ecuación es una batería de iones de litio de 30 kWh de capacidad. Esta batería puede cargarse en apenas 30 minutos, y en un funcionamiento híbrido, reduce hasta en un 20% el consumo de combustible del vehículo, cuyo motor principal es un turbodiésel de 6,6 litros y 340 CV de potencia. Sin embargo, no es el menor consumo el principal aliciente del sistema híbrido.
Uno de sus mayores alicientes, y una de las fortalezas que están permitiendo a Oskosh luchar por una licitación valorada en 5.600 millones de dólares, es la posibilidad de operar en modo 100% eléctrico. Esto permite a los vehículos rodar de forma muy silenciosa, con una clara ventaja táctica de cara al enemigo. En la publicidad del vehículo puede leerse la frase «nunca nos oirán llegar». Pero eso no es todo: el vehículo puede convertirse en un gigantesco generador de energía, llegando a ofrecer una potencia de salida de nada menos que 115 kW.
Si nos impresionaba el sistema ProPower de la Ford F-150 PowerBoost, el sistema de volcado de energía del Oskosh eJLTV es suficientemente potente para suministrar energía eléctrica a toda una base militar de campaña. Una gran ventaja táctica en lugares inhóspitos en los que el transporte de un generador de energía no es viable. No obstante, por el momento, no estaríamos hablando de un vehículo enchufable: aunque técnicamente sería posible, su carga se lleva a cabo por parte del propio motor diésel del vehículo.
En un futuro, sería sencillo que estos vehículos pudieran cargarse de forma convencional, según su fabricante. Aunque el sistema híbrido incrementa su peso de forma ligera, con una masa en orden de marcha de 10,2 toneladas, unos cientos de kilos más no suponen drama alguno. Además, Oskosh promete que sus habilidades todoterreno se mantienen inalteradas. Otros fabricantes, como General Motors, compiten con Oskosh por esta licitación de jugoso beneficio económico. ¿Veremos pronto más vehículos militares electrificados? Todo apunta a que sí.