Los restomods están de moda, y es que son una forma de conducir coches de verdad, alejados de tantas pantallitas, con una estética vintage y un motor medianamente moderno y capaz. Prueba de ello es que en estas últimas dos semanas os hemos presentado auténticas joyas como el Volvo P1800 Cyan de 413 CV, el BMW 3.0 CS by SpeedKore de Iron Man (Robert Downey Jr.) o los Ferrari 250 GT fabricados por GTO Engineering. Así, hoy toca hablar de Osprey Custom Cars, un especialista estadounidense de Carolina del Norte que desde el año 2013 se dedica a restaurar Land Rover clásicos a fondo, pero actualizándolos al siglo XXI y dotándolos de la que es su seña de identidad: un motor V8 LS de General Motors.
Nuevo chasis galvanizado y el motor de un Corvette
Podíamos haber elegido cualquiera de los coches que han hecho los chicos de Osprey, o de los que actualmente tienen a la venta, pero me he decantado por este Land Rover 90 de 1995, y que a la postre sirve perfectamente para hacernos una idea de las fabulosas creaciones del especialista americano.
Así, este Land Rover 90 fue desmontado completamente, separando la carrocería de su chasis de largueros y travesaños, el cual se reemplazó por uno nuevo realizado en acero al carbono garvanizado con espesores de 2,5 mm y 3 mm de calidad S355 (la estructura de acero de una nave industrial suele ser S275 JR, un «30 % menos resistente»). De esta forma se garantiza que está, y seguirá estando, libre de problemas de óxido, aguantando todo lo que se le venga encima.
A continuación, se reparó y pintó la carrocería montándola sobre ese nuevo chasis, pero poniendo bajo su capó un motor LS de General Motors, el mismo que podemos encontrar en un Corvette. En concreto, se trata de un V8 de 5,3 litros que desarrolla una potencia de 330 CV y 450 Nm de par, y que se asocia a una trasmisión automática de seis relaciones al más puro estilo yankee. Pero eso no es todo, ya que también nos encontramos con un transfer reforzado, al igual que los ejes, una suspensión mejorada y unos nuevos silentblocks de poliuretano, sin olvidar su nuevo sistema de escape «más ruidoso» y un radiador de aluminio con doble ventilador para evitar sobrecalentamientos del motor cuando se practique conducción todoterreno a 5 km/h.
Todo al negro: Land Rover Defender 90 Black
A nivel estético, aunque también funcional, nos encontramos con diversas protecciones y elementos enfocados para el uso offroad, como la defensa delantera o las chapas de acero protectoras de los bajos, además una iluminación completamente en LED y un look full black que le otorga un aspecto un tanto retro y urbanita a partes igual.
En el interior se han tapizado los asientos en cuero negro, además de añadir en el salpicadero unos botones para controlar las distintas posiciones de la caja de cambios y una radio 2-DIN firmada por Sony con pantalla táctil, Android Auto y Apple CarPlay junto a unos altavoces JL Audio.
¿Su precio? Puesta para esta unidad en concreto se pedía 120.000 dólares, lo que viene a ser unos 102.000 euros al cambio, todo ello sin considerar impuestos. Puede parecer mucho dinero, pero teniendo en cuenta que estamos ante un Land Rover que puede considerarse nuevo, con un chasis reforzado, actualizado a pleno 2020 y con un V8 de 330 CV, todo ello hecho a mano con el máximo mimo, no es tanto… para quien los tenga.
Fuente: Osprey Custom Cars