Las ciudades se están convirtiendo en entornos que, necesariamente, serán cada vez más hostiles para los vehículos a motor. Las Zonas de Bajas Emisiones limitarán el acceso, especialmente a los vehículos con motor de combustión interna, a todo aquello que no sean coches eléctricos y enchufables. Pero las motocicletas también tendrán cada vez más restricciones o, como mínimo, costes y limitaciones que también tienen como objetivo un aprovechamiento diferente del espacio público.
Una de las medidas más polémicas, que está indignando a los motoristas, pasa por cobrar 45 euros al mes por aparcar las motocicletas sobre las aceras.
Esta norma se habría planteado como una de las novedades que introduciría el nuevo Plan de Movilidad Urbana (PMU) de Barcelona. Y su objetivo sería despejar las aceras de motocicletas.
Pagar por aparcar la moto en la acera
Barcelona, como otras ciudades españolas, dispone de una normativa específica para aparcar motocicletas sobre la acera, que pasa por prohibir el aparcamiento de motos en aceras estrechas (de anchura inferior a 3 metros), cumpliendo unas directrices muy concretas y manteniendo el espacio suficiente para los peatones. Unas normas razonables que no siempre se cumplen.
Pero la medida de gravar con 45 euros al mes la autorización para que una motocicleta pueda aparcar en las aceras, que según publica El Debate, y venían anticipando otros medios, se introduciría en el nuevo Plan de Movilidad Urbana, ha indignado a organizaciones de motoristas.
No es pagarà per estacionar a calçada!👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 https://t.co/64l8GvH32z
— Motoristes BCN Oficial #RecuperemLaCiutat (@motoristesbcn) October 26, 2022
Como os decíamos, la medida está en proceso de estudio. En los últimos días también se ha planteado que las motocicletas tuvieran que pagar por aparcar, no solo en las aceras, sino también en la calzada (El Periódico). Pero en los últimos días el Ayuntamiento habría descartado esta opción.
Las asociaciones de motoristas advierten de que las motocicletas son necesarias en la ciudad, por facilitar la movilidad y por tener un impacto menor en la congestión del tráfico en las ciudades, y la contaminación, que el automóvil.