En Diariomotor somos muy pesados con los neumáticos. No nos cansamos de recomendaros que vigiléis su presión cada dos semanas, o de pediros que no circuléis con ellos desgastados. Incluso hemos escrito artículos sobre cómo cuidar el único componente que mantiene a tu coche en contacto con el suelo. En este artículo, os presentamos una nueva y peligrosa moda, cada vez más frecuente en las estaciones de servicio de nuestra geografía: pagar por inflar los neumáticos de nuestro coche. Si ya nos cuesta cuando es gratis, ¿a quién se le va a ocurrir «malgastar» un euro en inflar sus neumáticos?
Desde hace un año y medio aproximadamente, en grandes cadenas de estaciones de servicio, se empezaron a popularizar las máquinas de pago para el inflado de neumáticos. Estas máquinas poseen un manómetro digital y por un euro obtenemos unos cinco minutos de tiempo para llevar a la presión deseada nuestros neumáticos. Seleccionamos la presión deseada y la máquina corta el suministro de aire cuando la ha alcanzado. Sobre el papel, son precisas y rápidas. Mi experiencia con estas máquinas no es tan positiva, y si las habéis usado, probablemente sabéis de qué estoy hablando: son muy, pero que muy lentas.
De hecho son tan lentas – mucho más lentas que una bomba «de toda la vida» – que en más de una ocasión he tenido que gastar dos euros para dejar mis cuatro neumáticos con la presión deseada. Por el momento, estas máquinas son nuevas y suelen funcionar adecuadamente pero, ¿qué ocurrirá cuando el uso y los años comiencen a pasarles factura? ¿Ocurrirá lo mismo que con las bombas de aire gratuitas, cuyas válvulas que dejan escapar el aire o están rotas en un alarmante porcentaje importante de las gasolineras? Porque si ahora tenemos que pagar por este servicio, lo mínimo es esperar un funcionamiento consistente y fiable.
Con todo, algo me dice que su mantenimiento no será la prioridad de los propietarios de las estaciones de servicio, que han visto en estas máquinas una forma fácil de incrementar su facturación. Por el momento sólo he visto estas bombas de pago en grandes cadenas de estaciones de servicio – de autoservicio pagado, deberían llamarse – como Repsol, Cepsa o Galp. El verdadero problema es que este euro es un mecanismo de disuasión perfecto para muchos conductores, especialmente para los más descuidados, a los que ya les da mucha pereza vigilar la presión de sus neumáticos.
No hay impedimento legal alguno en que las gasolineras cobren un euro por el uso de su bomba de aire. Con todo, pienso que debería existir una ley que lo prohibiera, o al menos un pronunciamiento de la DGT al respecto – que hasta el momento se ha mantenido completamente al margen. Muchos conductores circulan con sus neumáticos incorrectamente inflados, y estamos haciendo un flaco favor a su seguridad si además les cobramos un euro por el uso de la máquina de inflado. Desde Diariomotor pedimos constantemente esta revisión de presiones, y esta medida es una auténtica zancadilla a nuestro esfuerzo.
No ganamos nada tratando de concienciar a la gente de lo importante que resulta circular con las presiones adecuadas en sus neumáticos, al contrario que las gasolineras que tienen bombas de aire de pago. Si se me permite reforzar aún más mi argumento – y ventilar mi frustración al respecto en este artículo personal de opinión – el tener que pagar un euro por inflar los neumáticos puede disuadir a algunos conductores del uso de dicha estación de servicio. Simplemente, comenzarán a repostar en una estación donde el servicio aún sea gratuito. También reforzará la venta de compresores portátiles.
Por unos 30 euros, puedes adquirir un compresor portátil de aire, que conectarás al mechero de tu coche e inflará los neumáticos a la presión que desees. No son especialmente rápidos, pero se están convirtiendo en una alternativa popular a pagar por inflar los neumáticos con aire en una gasolinera. De nuevo, uno de los principales escollos de estos interesantes aparatos es que el conductor medio no se molestará en adquirirlos, debido a su coste económico – o puede incluso que ignore su existencia. Lo único que puedo hacer desde mi humilde posición, es pedir que este servicio siga siendo gratuito para los conductores.
Esta gratuidad es una de las pocas formas que tenemos de seguir remando para que cada vez más conductores sean conscientes de lo importante que es para su seguridad y su bolsillo circular con los neumáticos correctamente inflados.