Los Papeles de Uber revelados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación desvelaban algunos de los secretos más oscuros de Uber (La Sexta), una de las compañías de movilidad como servicio más polémicas, que en los últimos años ha irrumpido en las ciudades españolas. Pero el futuro está lejos del VTC, del alquiler de vehículo con conductor, y también del taxi tradicional, y en él tiene mucho que decir el coche autónomo.
Podríamos imaginarnos que, en el futuro, tendremos coches autónomos, sin conductor. Y que, por lo tanto, en cualquier momento podremos viajar con nuestro coche autónomo sin conducir.
Pero son muchos los que ya han visto una forma de rentabilizar el costoso desarrollo del coche autónomo y de todo el software que rodeará a la tecnología que permitirá que las calles sean conquistadas por vehículos sin conductor y esa no es otra que el pago por uso autónomo.
El coche autónomo y el pago por subscripción
En 2020, Volkswagen establecía la filial Cariad, para encargarse de todo el desarrollo de software del Grupo Volkswagen y liderar el camino hacia la que, para la marca alemana, será una nueva era, y el momento más decisivo desde la transición del Beetle al Volkswagen Golf. Cariad no solo está desarrollando ya el software que llevará a bordo el Volkswagen del futuro, con miles de desarrolladores involucrados, sino también explorando cómo este puede reportar pingües beneficios a fabricantes de coches venidos a proveedores de movilidad.
La tecnología del coche autónomo, insistimos, es costosa. Requerirá de tiempo para estar perfeccionada, de miles de ingenieros desarrollando sistemas de conducción autónoma y otros tantos investigando la infinidad de casos de uso que se pueden dar en el ejercicio de la conducción y que en un punto determinado no podrán ser abordados por conductores humanos, sino por máquinas.
Tecnologías que no habrá problema para ofrecérselas al cliente que adquiere un Bentley, un Porsche, o incluso al que adquiera un Volkswagen o un CUPRA eléctricos de más de 50.000 euros. ¿Pero podría llegar a estar disponible esta tecnología en coches más económicos? ¿Y si para desbloquearla fuera necesario el pago por uso?
Del pago por subscripción al pago por uso autónomo
Dirk Hilgenberg, CEO de Cariad, apuntaba que «hay un nuevo modelo de negocio ahí fuera – un modelo de subscripción o funciones bajo demanda – mediante el que tú puedas conducir autónomamente, si así lo deseas, por 50 millas» (Automotive News), evidentemente pagando un extra por el trayecto realizado.
La incorporación de la tecnología del vehículo autónomo mediante subscripción, o incluso mediante pago por uso, parece una de las opciones más probables para el desembarco de esta tecnología en el vehículo privado. Con el estado de la tecnología actual, los sistemas de sensores, cámaras, procesadores y conexiones que requerirá un automóvil autónomo son relativamente económicos, lo costoso reside en toda la tecnología que permitirá a un automóvil esa capacidad de desplazarse sin conductor.
Sufragar el coste de implantar vehículos autónomos
De hecho, cuando Volkswagen nos anunciaba que en 2025 comenzarán a llenar muchas ciudades de furgonetas ID.BUZZ autónomas, ya nos reconocía la existencia de dos posibilidades bien diferenciadas, la del vehículo completamente autónomo y la del vehículo semi-autónomo con accionamiento remoto.
Hasta que llegue el día en que un automóvil pueda moverse sin conductor, con garantías, en cualquier escenario posible, Volkswagen ha planteado la posibilidad de que un equipo de operadores remotos sean capaces de intervenir en un vehículo autónomo en cualquier momento, ya sea en una incidencia que no ha sido capaz de resolver por sí misma la tecnología autónoma, o en escenarios complejos que no han sido cartografiados o resueltos por la tecnología autónoma.
El pago por uso, y las subscripciones, permitirían cubrir también el coste de los operadores remotos.
Los límites del pago por uso y por subscripción
Cuando uno piensa que podrá sentarse en su coche y que, sin conducirlo, este pueda llevarlo a cualquier lugar, la idea suena de lo más sugerente e interesante. Pero el pago de subscripciones y el pago por uso para utilizar funciones de nuestro coche requiere, primero, un gran cambio de mentalidad, y despierta, segundo, grandes dudas y suspicacias, también en el que escribe estas líneas.
Hasta ahora no nos planteábamos que tuviéramos que pagar una cuota mensual por utilizar el climatizador, o los asientos calefactados de nuestro coche, o pagar un extra por kilómetro cada vez que quisiéramos utilizarlo. Pero el futuro al que nos dirigimos pasa precisamente por eso. Porque muchas de las funciones que incorporarán los coches modernos requerirán de subscripciones o pago por uso. Y es en ese punto donde nos preocupa cuál será la línea roja que marcarán los fabricantes. ¿Compraremos coches autónomos y lo serán siempre? ¿Tendremos que pagar cada vez que usemos esta tecnología, aunque nos compremos un Porsche de 100.000 euros?
Y lo que resulta aún más preocupante, ¿tendremos que pagar una cuota por disponer de sistemas de seguridad?
Tendremos que esperar unos años para conocer cómo se desarrollan los modelos de subscripción y pago por uso en el automóvil y, sobre todo, para ver cómo comienza a introducirse la tecnología del vehículo autónomo en los automóviles privados.