Los patinetes eléctricos han tenido enemigos desde su llegada. En esta ocasión la noticia llega directamente desde la capital gala, pues la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se ha comprometido a prohibir los patinetes eléctricos compartidos. Es el resultado de una encuesta popular realizada al pueblo parisino, donde un 89% de los vecinos ha votado en contra de los patinetes.
Adiós a los patinetes eléctricos… compartidos
Ojo, porque como es lógico, no se trata de una prohibición total a los patinetes eléctricos como medios de transporte, sino más bien a la existencia de los servicios de alquiler de patinetes eléctricos que hacen que las calles se llenen de muchos de estos pequeños vehículos de diferentes marcas, en muchos casos tirados en las aceras y repartidos sin ningún orden por las calles.
Sea como sea, la alcaldesa se ha comprometido a la prohibición de la existencia de estos servicios de alquiler de patinetes eléctricos compartidos en la ciudad, lo que haría que las calles quedarán libres de ellos.
Lo curioso de esto es que la decisión se ha tomado con el resultado de una votación popular, en la cual el pueblo parisino ha votado de forma mayoritaria en contra de los patinetes. Obviamente, no han sido los usuarios de los mismos los que han votado.
Pero aquí llega el principal problema, pues tan solo ha votado el 7,5% de la población de la capital gala. Con una población de casi 1,4 millones de vecinos censados, y participando poco más de 100.000 personas, la decisión de prohibir los patinetes resulta ciertamente extraña, pues queda bastante claro que la muestra de participantes es pequeña.
De los votantes, unos 11.000 votaron a favor, con unos 90.000 habiendo votado en contra de los patinetes. Además, no se libró ninguno de los distritos de la ciudad, pues en todos hubo una negativa al patinete eléctrico de al menos el 85% de los participantes en la votación.
El desorden, la principal crítica al patinete
Aunque no es el único problema que plantean los patinetes eléctricos, que complican la circulación con otros vehículos, lo cierto es que la mayor preocupación de los parisinos respecto a estos es el desorden generado en las calles por estos vehículos, así como lo poco seguros que son, requiriendo de un buen mantenimiento para ofrecer estabilidad a las velocidades alcanzadas.
En cualquiera de los casos, el resto de patinetes eléctricos, que sean de propiedad individual, sí podrán seguir utilizándose como medio de transporte, al igual que ocurre con los coches, motos y bicicletas. Lo que desaparecería serían todos los patinetes de alquiler desperdigados por las calles.
Otras capitales podrían seguir a París
La noticia también es relevante porque otras capitales podrían seguir el mismo camino. De hecho, París ya fue pionera en la implementación de estos servicios de alquiler de patinetes eléctricos, y fue seguida por otras grandes ciudades europeas. Hoy en día es fácil ver estos patinetes en muchas ciudades españolas, destacando especialmente Madrid y Barcelona. Esta última ya ha hecho esfuerzos por establecer una regulación restrictiva para la asignación de licencias a empresas dedicadas a este servicio de alquiler de patinetes.
Y veremos si el siguiente paso que se da en las grandes ciudades no acaba siendo la prohibición de este medio de transporte, y hemos pasado por la que ha sido su época dorada.