Tras las últimas elecciones al Parlamento Europeo, el bando conservador ha salido muy reforzado de las urnas y las declaraciones sobre sus intenciones no han tardado mucho. Uno de los principales objetivos de la derecha es revocar la prohibición del automóvil térmico que, por ahora, hay planificada para 2035, aunque no es la única medida que tiene en mente contra el llamado Pacto Verde y la Agenda 2030.
El líder del Partido Popular Europeo lo tiene claro: fue un error y tratarán de corregirlo
Según Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo (el grupo parlamentario que obtuvo el mayor número de escaños el pasado fin de semana), la prohibición de venta de coches con motor de combustión para 2035, que fue un pilar fundamental del Pacto Verde para paliar el calentamiento global, va a estar en su punto de mira a partir de ya, pues se trató de un «error» político que van a tratar de remediar con gran urgencia.
Este anuncio, que llegó poco después de que el PPE se proclamase victorioso, pone de relieve el cambio de tendencia ecologista que podría vivir el Viejo Continente con base en acuerdos de sostenibilidad menos restrictivos. Así pues, en los próximos meses, es probable que se comuniquen ajustes en esta y otras líneas relacionadas con el efecto invernadero, como la regulación de la agricultura.
Nuevos planes, sí, aunque no tan sencillos
Pese al viraje en el rumbo de la política ecológica de Europa, derogar la prohibición de los coches térmicos en favor de los eléctricos contradiría a la principal candidata del PPE y actual presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, quien presentó la medida y la respaldó mientras hacía campaña para un segundo mandato de 5 años como máxima ejecutiva de la Unión.
Sin embargo, las voces que aseguran, cuanto menos, importantes modificaciones sobre la norma son cada vez más. Un ejemplo es el de Alexandr Vondra, eurodiputado checo que ha trabajado en legislación climática para Conservadores y Reformistas Europeos, el cual dijo que la política en estos términos se volverá más realista durante el próximo lustro.
Por contra, Pascal Canfin, eurodiputado francés de centro que desempeñó el papel de presidente del Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo durante el último mandato, ha insistido en que las pasadas elecciones no produjeron una mayoría para desmantelar el famoso Acuerdo Verde. En otras palabras, las divergencias existentes podrían complicar cualquier alteración de relevancia.
¿Qué puede esperar un consumidor confuso?
Von der Leyen se va a postular para un segundo mandato al frente del poder ejecutivo de la UE, lo que requerirá el respaldo del Parlamento Europeo. Para ello, tratará de construir una coalición de centro-izquierda que incluirá al PPE, pero es muy probable que no obtenga la mayoría necesaria, traduciéndose en intentos de negociación con los Verdes o con el bando más conservador.
En este escenario, los tratos para cualquier disolución parecen tan difíciles como lentos y se prevé que el Pacto Verde, con la sonada prohibición para 2035, continuará siendo un obstáculo para la derecha (y para los fabricantes de coches tradicionales) durante bastante tiempo. Así, el consumidor europeo sólo puede esperar más incertidumbre, con el riesgo de estancamiento del sector que esto supone.