Pasar la ITV era para muchos propietarios de coches un ritual anual, que se superaba con mayor o menor dificultad. Aunque muchos coches sufrieran problemas de gases y las listas de espera de muchas ITV fueran más largas de lo deseado, con planificación se podían evitar problemas derivados de circular con una ITV caducada. Sin embargo, el estado de alarma por coronavirus y el confinamiento impedirá que se lleven a cabo hasta 5 millones de inspecciones. AECA-ITV, la patronal de las ITV, ya ha advertido del «via crucis» que se nos viene encima.
Hasta el 10 de mayo, y desde el comienzo del estado de alarma el pasado 14 de marzo, habrán vencido la friolera de 3,1 millones de inspecciones. Si nos fuéramos hasta el fin de mayo, algo que parece prácticamente seguro, estaríamos hablando de 5 millones de coches pendientes de superar la ITV. Aunque por el momento es legal circular con la ITV caducada – si ha caducado durante el estado de alarma – esto podría cambiar cuando el estado de alarma sea levantado. Y las ITV prevén verse absolutamente desbordadas por la demanda cuando esto suceda.
Las ITV del territorio nacional tienen capacidad para llevar a cabo unos 1,8 millones de inspecciones mensuales, suficientes para abastecer la demanda en condiciones habituales. Para dar abasto a la demanda de los ciudadanos al terminar el estado de alarma, las ITV tendrían que multiplicar su capacidad por 2,8 o 3 veces. AECA-ITV afirma que esto es materialmente imposible, y apunta el problema adicional de dotar de equipos de protección individual a todos los empleados e inspectores de las ITV, con el objetivo de reducir la probabilidad de contagios.
Por no hablar del distanciamiento social que obligará a reducir el aforo de ciertas instalaciones, entre las que podrían estar las estaciones de ITV. Ante este aluvión de problemas, AECA-ITV ha presentado una serie de propuestas a los ministerios de Industria, Sanidad e Interior para manejar esta problemática lo mejor posible. La propuesta más directa es la de una moratoria de al menos tres meses adicionales a los vehículos cuya ITV haya caducado durante el estado de alarma, asumiendo grandes cuellos de botella a la hora de inspeccionarlos.
Otras propuesta consiste en calendarizar las inspecciones de los vehículos en función de su categoría y servicio – priorizando las de los más esenciales. Se formará y contratará a más personal para asumir el mayor número de inspecciones, se ampliarán los horarios de apertura al público e incluso podría limitarse el alcance de algunas inspecciones en el interior del vehículo. Sea como fuere, este sector será una fuente de noticias durante los próximos meses. Efectivamente, se avecina un verdadero «via crucis» para la ITV de nuestros vehículos.
Fuente: AECA-ITV
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