Además del precio o de la autonomía real, el tiempo que se necesita habitualmente para recargar la batería de un coche eléctrico es, todavía, un gran inconveniente para sus usuarios y un lastre para su popularización. En la inmensa mayoría de casos, pasar del 10% al 80% es una operación que lleva, como poco (empleando un cargador de alta potencia), cerca de media hora. Sin embargo, parece ser que el nuevo y mayor logro en movilidad eléctrica hasta la fecha viene, una vez más, desde China: la última batería del fabricante oriental CATL, con tecnología 5C, ha “demostrado” que puede realizar esa operación en 10 minutos, es decir, tres veces más rápido de lo habitual.
No lo creeremos hasta que no lo podamos comprobar, pero al margen del comunicado de prensa de la primera marca que ha implementado esa pila, conocida como Qilin, en uno de sus modelos, el monovolumen denominado Li Mega, existe un vídeo en el que ese acumulador energético recupera un 70% de su estado de carga (lo equivalente a un rango de alcance teórico de unos 500 kilómetros) en casi el mismo tiempo que se tarda en acudir a una estación de servicio y en repostar un depósito de combustible. Seamos sinceros, pocos hemos realizado esa operación, con todo lo que supone, en un lapso mucho más pequeño.
De ser lo anterior cierto, este hito significaría otra patada al diésel y a la gasolina, pues los BEV estarían un paso más cerca de convertirse en una alternativa (e incluso en un sustituto más natural) de los automóviles térmicos, es decir, propulsados mediante un motor de combustión. Por supuesto que recargar una batería de gran tamaño y gran autonomía, como es el caso de Qilin, casi tan rápido como repostar un tanque de un carburante tradicional es carísimo en la actualidad, como cualquier tecnología punta e incipiente. No obstante, las economías de escala podrán convertirla en accesible no dentro de tantos años como algunos puedan pensar.
Más de 550 kW en corriente continua para cavar la tumba de los combustibles fósiles: la última animalada china
En el “clip” audiovisual que puedes ver al final de este artículo, el Li Mega, que es el primer vehículo 100% eléctrico de su compañía (hasta ahora centrada en el diseño y producción de SUV híbridos), pasa concretamente del 6% a más del 80% en alrededor de 11 minutos según la pantalla del teléfono que se muestra en todo momento. Lo hace con un pico de 552 kW en corriente continua, lo cual es todo un récord para coches de producción, superando al potencia máxima admitida por el Rimac Nevera (500 kW). Sabiendo que lleva instalada una capacidad de 100 kWh, esto significa recuperar más de 77 kWh en 660 segundos, algo verdaderamente increíble en 2023.
Todo esto se produce en una batería ofrece más de 600 km de distancia por carga completa, que no ha recurrido al estado sólido y cuya curva de potencia es soberbia, pues sigue cargando a más de 300 kW una vez llega al 80% del SOC. En Europa no hay cargadores de más de 400 kW y en España se pueden contar con los dedos los que pasan de 350, pero en China cada vez hay un mayor número, creados por Huawei y con hasta 600. Más allá del sobredimensionamiento de los cables, de la tensión nominal soportada (800 V), de los sistemas de refrigeración y de las infraestructuras que nutren estos terminales, el futuro de los BEV empieza a ser prometedor. ¿Es este el principio del fin del diésel y la gasolina?