Ferrari es una de las marcas que más directamente asociamos a los motores de combustión interna. Pero incluso una marca mítica como Ferrari es incapaz de ignorar las tendencias del mercado y la industria. Y es por ello que en los próximos tres años lanzarán un crossover deportivo, y un coche eléctrico, además de haber presentado varios híbridos enchufables recientemente. Enzo Ferrari posiblemente esté revolviéndose en su tumba, pero el futuro también es eléctrico según Ferrari. De hecho, Ferrari ya ha registrado la patente de su primer supercoche eléctrico.
Aunque su presentación no tendrá lugar hasta el año 2025, un registro en la oficina de patentes estadounidense publicado por The Drive nos da pistas muy claras acerca de cómo podría ser el primer eléctrico de la marca italiana. Se trata de un superdeportivo cuyo pack de baterías se ubica en posición central-trasera. Una configuración, de hecho, bastante parecida a la que propone el Rimac Nevera. Un pack de baterías en posición central permite que el reparto de pesos sea perfecto, además de reducir la altura del centro de gravedad del vehículo.
La peculiaridad de este pack de baterías es que cuenta con varios módulos también ubicados bajo el habitáculo, y su naturaleza modular permite incrementar o disminuir su capacidad aprovechable. Los módulos de la parte trasera están ligeramente inclinados, con el objetivo de crear carga aerodinámica descendente y facilitar su refrigeración, que podría usar una combinación de refrigeración líquida y refrigeración por aire. Hay que matizar que en la patente se hace referencia a que este deportivo será un coche eléctrico o un coche híbrido.
En la patente se aclara que un motor de combustión interna podría alojarse en la parte delantera del coche o en la parte trasera, tras el pack de baterías. Esta flexibilidad implica que los futuros híbridos de Ferrari contarían con una gran batería, y podrían tener configuraciones mecánicas muy variadas. No obstante, la tesis del coche eléctrico con un módulo de baterías central es la más plausible. Con su primer eléctrico, Ferrari da un gran salto al vacío, abandonando los dominios de la combustión interna que les entronó.
La imagen de marca de Ferrari y la calidad de su dinámica es intachable, pero los motores eléctricos no tienen la misma personalidad que un motor de combustión interna. Y además, entrarían a competir con marcas como Rimac, Koenigsegg, o incluso la propia Tesla de forma tangencial. En un segmento donde las cifras puras son lo único que diferencia a muchos vehículos, la entrada de Ferrari podría ser un auténtico éxito… o un auténtico desastre. Es un salto al vacío cuyo resultado conoceremos en apenas unos años.
Fotos del Ferrari 296 GTB