Las autovías de pago no llegarán en 2023 y parece que tampoco en 2024, pero esto no ha supuesto un freno para algunas comunidades que ya han realizado ensayos con los peajes basados en las emisiones: la tarifa que pagarán los conductores dependerá de cuánto contamine su vehículo. Ha sido el País Vasco quien ha llevado a cabo una prueba piloto y la tecnología no tardará en llegar a sus carreteras.
La Diputación de Gipuzkoa, dentro de su programa Gipuzkoa Living Lab, ha llevado a cabo una prueba piloto en la AP-8: concretamente, en el semienlace ubicado en Orio. Allí han instalado unos dispositivos de medición con el que calculan la tarifa que cada vehículo debe pagar dependiendo de su nivel de emisiones. El ensayo tuvo lugar a primeros de febrero, duró tres días y estuvo protagonizado por más de 1.700 vehículos.
Una tarifa individual
Estos peajes emplearon, para la ocasión, el sistema de medición de la empresa Opus RSE. Con él, calculan la presencia, en tiempo real, de todos los gases del tubo de escape: amoniaco, dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido de carbono, óxido nítrico y partículas PM.
El dispositivo cuenta con una cámara de visión artificial integrada y dos sensores ópticos, que se colocan a ambos lados de la carretera. La primera lee la matrícula para identificar la antigüedad y el tipo de vehículo. Los segundos calculan la longitud de onda producida por las emisiones del vehículo y dependiendo del nivel, lo categorizan como bajo, medio o alto. Miden, además, la velocidad y la aceleración.
Una vez recopilados todos los datos, los combinan y asignan la tarifa correspondiente: una cifra que está individualizada y que, según Opus RSE, ofrece la posibilidad de aplicar una cantidad más exacta y justa.
“Muy pronto”
La Diputación de Gipuzkoa ha informado que, de momento, este sistema no tiene una fecha concreta de implantación. Eso sí, Aintzane Oiarbide, diputada foral de Infraestructuras Viarias, ha asegurado que no tardarán demasiado en ponerlo en marcha: “Muy pronto veremos instalada esta tecnología en nuestras carreteras”.
No son los primeros peajes ‘no tradicionales’ por los que ha apostado el País Vasco: a principios de 2022, se convirtió en la primera comunidad autónoma que contaba con un sistema de pago con pórticos. Este es el sistema que aplicaron a tres tramos (Beasain-Ormaiztegi, Ormaiztegi-Zumarraga y Legazpi/Urretxu-Bergara) de la autovía A-636, que abarcan 15,5 kilómetros.
Con el pago telemático conocido como ‘Free Flow’ o Flujo Libre han eliminado las cabinas de peaje tradicionales para dar más fluidez al tráfico, una fórmula que, en el futuro, podría aplicarse al resto de autovías españolas. Los turismos y vehículos ligeros pagan 2,53 euros por el recorrido íntegro de 15,5 kilómetros, los camiones ligeros tienen una tarifa de 4,11 euros y los camiones de más de 12 toneladas, de 5,15 euros. Los conductores habituales deben tener un dispositivo llamado Abiatu, un sistema parecido al Vía-T, y los usuarios de paso tendrán que registrarte en la web de Abiatu para vincular tu matrícula a una tarjeta de débito o crédito.
Imágenes: Opus RSE
