El debate acerca de la seguridad de los ciclistas sigue en la calle. Y por difícil que resulte hablar de medidas coercitivas tras lo sucedido este fin de semana, en el que dos ciclistas fallecieron y tres sufrieron heridas graves, tras ser arrollados por una conductora que dio positivo en las pruebas de alcoholemia y drogas, hemos de hacernos eco de la noticia que conocíamos estos días. Según publicaba Planeta Triatlón, los helicópteros de vigilancia de la DGT, más conocidos como Pegasus, han comenzado a denunciar a ciclistas que transitan por las carreteras españolas incumpliendo alguna norma. ¿Pero cómo puede multar un helicóptero a un ciclista, en un vehículo que carece de matrícula?
El caso que nos ocupa habría llevado a sancionar la semana pasada a unos ciclistas que transitaban por la carretera de San Martín de la Vega, una zona muy concurrida en fin de semana por los practicantes de este deporte de la Comunidad de Madrid. La sanción que podría aplicárseles a los ciclistas, no es otra que el incumplimiento de la normativa que impide formar pelotones. Excepcionalmente – y tal y como vimos en 21 normas que todo ciclista y todo conductor ha de conocer – un grupo de ciclistas puede formar pelotones compactos en fila de a dos, salvo en tramos sin visibilidad, como curvas y cambios de rasante, y siempre circulando por el margen derecho.
En este caso es evidente que el grupo de ciclistas formaba un pelotón que invadía innecesariamente la calzada y que no cumplía con dicha normativa. Ahora bien, ¿cómo puede Pegasus sancionar a los ciclistas?
El hecho de que las bicicletas no dispongan de matrícula, y Pegasus no pueda tramitar automáticamente una denuncia, no impide que sea posible la intercepción de un grupo de ciclistas. Lo mismo sucede en ciertos casos con algunos conductores, especialmente cuando los helicópteros de la DGT detectan infracciones graves, como conducción temeraria, o excesos de velocidad flagrantes. Desde Pegasus se puede solicitar el apoyo de una patrulla de carretera y esta aproximarse al conductor, o el ciclistas, «cazado» por los helicópteros, para tramitar la correspondiente denuncia.
Insistimos que hablar de medidas coercitivas cuando, fin de semana sí, fin de semana también, nos encontramos con atropellos y accidentes tan graves como el sucedido hace unos días, puede resultar un tanto duro. Pero también es importante, y sobre todo desde ciclistas que habitualmente frecuentan carretera, tomar consciencia de la necesidad de cumplir con las normas. Quizás no estaría de más que se extremase la vigilancia sobre el comportamiento de algunos conductores ante la presencia de ciclistas.
Y quizás tampoco estaría de más que se vigilasen mejor algunas zonas en las que Pegasus no puede actuar, las calles de ciudades como Madrid en las que – por experiencia, como conductor y como ciclista – diría que la presencia de ciclistas inexpertos y la falsa confianza de la urbe, tengan como consecuencia que se cometan muchas infracciones, y no menos peligrosas, tanto para los ciclistas, como para los peatones.
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