Desde hace décadas, todos los automóviles llevan necesariamente un accesorio en su maletero que sólo ha de usarse en caso de emergencia: un accidente o una avería. Se trata de un objeto plegable, anaranjado y fabricado en un plástico reflectante cuyo objetivo es indicar al resto de conductores la posición en la que nos encontramos detenidos, generalmente un arcén. Hablamos del famoso triángulo de señalización que ha de colocarse a 50 metros del vehículo.
Sin embargo, la obligatoriedad de hacer uso de este elemento ha llegado a su fin, al menos autovías y autopistas, allá donde la velocidad máxima permitida es de hasta 120 km/h. Así lo ha confirmado hoy mismo la Dirección General de Tráfico a través de un comunicado en el que se recuerda que seguirá siendo preciso para la advertencia de peligros en carreteras convencionales hasta 2026.
La medida, que oficialmente entrará en vigor el próximo sábado, 1 de julio de 2023, se aplica pocos días después de que el máximo responsable de la DGT, Pere Navarro, confirmase que el organismo en cuestión estaba trabajando en su supresión parcial. Según explicaba entonces, el propósito de esta determinación es reducir o eliminar por completo el riesgo de atropello que se produce en las vías rápidas a la hora de instalar o retirar esta clase de dispositivos. Además, tal resolución llega antes de que se inicien las movilizaciones masivas con motivo de las vacaciones estivales.
Señal luminosa V-16: el famoso producto sustitutivo de los triángulos de emergencia
Desde la DGT se afirma que, en pleno siglo XXI y con la existencia de nuevas y mejores tecnologías, el uso los triángulos reflectantes no resulta adecuado en las autopistas y las autovías, pues compromete seriamente la seguridad de las personas al tener que andar por una calzada transitada a gran velocidad por vehículos más o menos pesados. De hecho, en el último ejercicio han fallecido 42 personas de esta manera. Es por ello que se exime de su colocación y su ausencia no será motivo de denuncia en este tipo de carreteras.
No obstante, el coche accidentado, averiado o inmovilizado por una emergencia de cualquier otra índole ha de seguir señalizándose y aquí es donde entra en juego el dispositivo luminoso V-16. Este aparato, que emite una potente luz como si de una baliza se tratase, es compacto, está imantado para ubicarse en el techo de la mayoría de automóviles y cuenta con geolocalización vía GPS para facilitar un supuesto rescate.
Tan lejos como dentro de dos años y medio (1 de enero de 2026), los V-16 reemplazarán normativa y legalmente, así como de una forma definitiva para todos los escenarios posibles y con independencia de la vía, a los “peligrosos” triángulos. Hasta entonces, estos productos ya se pueden adquirir homologados en tiendas especializadas o grandes superficies.