El próximo PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del motor estará listo dentro de unas semanas. Cuando llegue, lo hará con novedades en su formato y en el destino de estas ayudas. En una mesa redonda sobre este tema, el Gobierno ha anunciado que habrá una partida específica para fomentar la implantación de fábricas de baterías en España.
El encargado de anunciar esta serie de cambios ha sido José María López, comisionado especial para el PERTE del vehículo eléctrico. Lo ha hecho en una mesa redonda celebrada en el eMobility Expo World Congress en Valencia. España dispone de 2.100 millones de euros procedentes de fondos europeos para la que será la segunda edición de este proyecto y que contará con una línea específica para la instalación de más fábricas de baterías en nuestro país.
El objetivo del Gobierno
Con el movimiento, el Gobierno pretende convertir España en un lugar atractivo para la llegada de más gigafactorías. Hasta ahora, son dos los pretendientes de nuestro país: TATA Motors e Inobat.
La primera de ellas está buscando ubicación para la fábrica que se encargará de producir las baterías con las que estarán equipados los Land Rover y Jaguar, que se ensamblan en Eslovaquia y Reino Unido. El grupo indio se ha fijado en Zuera, una localidad ubicada a unos treinta kilómetros Zaragoza: el mismo emplazamiento que consideró Volkswagen para su factoría de baterías, que finalmente se está construyendo en Sagunto (Valencia). La decisión está entre Aragón y Reino Unido, la otra candidata.
Inobat, por su parte, también está buscando un emplazamiento para su gigafactoría que tendrá una de capacidad de 32 GWh y ha fijado la vista en Valladolid. Igual que en el caso anterior, aunque la decisión no está tomada, España sigue en la pugna.
Cambios en el formato del PERTE
La segunda edición del PERTE intentará solventar los problemas de la primera. La fórmula que empleará el Gobierno para repartir estas ayudas será la concurrencia simple: el dinero se irá asignando a medida que se presenten (y se aprueben) los diferentes proyectos. En el caso de la línea destinada a las fábricas de baterías, la cantidad dependerá “de las sugerencias de las empresas que están interesadas”. La convocatoria de esta parte está prevista para el mes junio y la general (fabricantes, industria auxiliar y el resto de la cadena) llegaría en septiembre.
A esto hay que añadir que España y Bruselas pretenden eliminar las restricciones del PERTE anterior actuando en varios frentes. El objetivo es ampliar el plazo para que puedan entrar proyectos que lleguen hasta 2027 y, posiblemente, hasta 2028, reducir las garantías que exigen a las PYMES (un 40% frente al 100% anterior), incluir en los costes elegibles un 15% de los indirectos y eliminar el requisito de concurrir en agrupaciones de mínimo cinco empresas para que los proyectos se puedan presentar libremente o de manera individual.