España ha de superar dos retos, al respecto del coche eléctrico, que están estrechamente relacionados. Nuestro país necesita que el coche eléctrico llegue a todos, que no sea una opción minoritaria, de gamas altas, y para economías pudientes.
Nuestro país necesita también liderar la producción y el desarrollo de coches eléctricos – y electrificados en general – atendiendo a lo que se espera del segundo productor de automóviles con mayor volumen en Europa, y el octavo del mundo.
El primer Plan Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) será el del vehículo eléctrico y conectado. El PERTE del vehículo eléctrico es, esencialmente, un ambicioso proyecto para apoyar a la industria y promover el vehículo eléctrico, que estará sufragado con 4.295 millones de euros procedentes de los fondos europeos, de los fondos Next Generation EU.
Hacia el liderazgo español del vehículo eléctrico
Las noticias que hemos conocido en los últimos días, de cómo compañías como Renault, Stellantis, o Nissan, están anunciando la construcción de enormes fábricas de construcción de baterías en Francia, Italia, o Reino Unido, no son demasiado halagüeñas. En cualquier caso, España pretende liderar proyectos relacionados con la cadena de valor del vehículo eléctrico tan importantes como los que ya están anunciándose en el resto de la Unión Europea. El PERTE del vehículo eléctrico y conectado pretende apoyar esa transformación, permitir que España siga siendo uno de los grandes productores de automóviles de Europa y del mundo y apoyar toda una serie de proyectos, de muy diversa índole.
La transformación de la industria del automóvil no solo es necesaria, sino que también, como declaraba durante el anuncio del primer PERTE el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es una oportunidad para la industria y la economía española. Si la industria del automóvil representa en estos momentos un 11% del PIB del país, el objetivo con este PERTE para el vehículo eléctrico y conectado es conseguir que llegue a representar un 15% del crecimiento de la economía española en 2030. Sánchez anunciaba que por cada empleo creado en la industria del automóvil, con motivo de este proceso de transformación, se crearán 4 en la industria auxiliar y entre 7 y 8 empleos en el sector servicios.
Jose Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC, se congratulaba por el proyecto, pero también conminaba al ejecutivo a establecer una gobernanza ágil del propio proyecto estratégico, para evitar que sea una oportunidad perdida si se estanca el proyecto. Pedro Sánchez, aseguraba que se nombrará una persona reconocida en el sector para liderar este proyecto.
De lo abstracto, a lo concreto, así será el PERTE
El PERTE del vehículo eléctrico y conectado ha sido anunciado, pero no será presentado y aprobado hasta el Consejo de Ministros de mañana. Lo que sabemos, de momento, es que la dotación presupuestaria del PERTE del vehículo eléctrico y conectado será de 4.295 millones de euros de los fondos Next Generation EU.
Se espera que el PERTE del vehículo eléctrico y conectado facilite grandes proyectos, incluido el de la primera gran fábrica de baterías en España. En marzo, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anunciaba la creación de un consorcio público-privado con SEAT, Volkswagen, e Iberdrola, para levantar la primera fábrica de baterías en España. Desde entonces, no hemos conocido más detalles de este proyecto. Pero en los próximos días, con la presentación de los PERTE, se podrían avanzar más novedades. Por lo visto en Europa, un proyecto como este podría requerir de una inversión de al menos 1.000 millones de euros, entre fondos públicos y privados. Lo cual ya nos puede dar una idea de la magnitud de la inversión que se ha dedicado para los PERTE del vehículo y conectado.
Este PERTE pretende, como decíamos, apoyar toda la cadena de valor del vehículo eléctrico. Y eso incluye no solo la fabricación de automóviles eléctricos en España, y el ensamblado de los packs de baterías, sino también proyectos como la extracción de Litio en Extremadura y el ensamblado de celdas para baterías de coches eléctricos en nuestro país.
Que el coche eléctrico llegue a todos
Una de las dificultades que está encontrando la industria, tanto para recibir la producción de nuevos coches eléctricos, como para designar una nueva fábrica de baterías en España, se encuentra en el bajo volumen de ventas de vehículos eléctricos y electrificados, en general, en nuestro país. José Vicente de los Mozos recordaba que un mercado débil podría conllevar, en el futuro, problemas para la asignación de productos. La industria pide un refuerzo de la estrategia de electrificación y que se establezcan objetivos vinculantes para 2030.
Una parte importante del PERTE del vehículo eléctrico y conectado será su contribución a facilitar la movilidad eléctrica, en el ámbito normativo, y en el despliegue de puntos de recarga. España es el octavo país de la Unión Europea por número de puntos de recarga instalados y el cuarto país por número de puntos de recarga rápida. Sánchez recordaba que se invertirán 1.000 millones de euros en incentivos para la compra del vehículo eléctrico, como el Plan MOVES, y 1.000 millones de euros en el desarrollo de la infraestructura, facilitando la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos.
Pero la realidad es bien diferente. No enfrentamos a un panorama complejo, en el que el papel de los puntos de recarga de eléctricos es fundamental. En un país en el que la mayoría de los conductores no disponen de garaje, el desarrollo de la infraestructura es vital para conseguir que el coche eléctrico sea una opción factible para todos. Probablemente nos estemos enfrentando ya a esta situación, en la que el gran problema del conductor no es que no quiera un coche eléctrico, sino que por sus circunstancias, no pueda tenerlo.
Mañana conoceremos más detalles del PERTE para el vehículo eléctrico y esperamos que con plan presentado se acelere el anuncio de grandes proyectos de inversión, como la esperada fábrica de baterías que podría desarrollar SEAT y Volkswagen, junto con Iberdrola, y con el apoyo de los fondos del PERTE del vehículo eléctrico y conectado.