Vivimos una época en la que nuestra sociedad ha afrontado, y afronta, grandes cambios, muchos repentinos. Semanas en las que pasan décadas. De ahí que la nostalgia se reivindique y hallemos en ella un rincón en el que refugiarnos. No obstante, cuando nos acomodamos en el sofá para volver a disfrutar de una película como El Padrino, que se estrenaba un mes de marzo como este hace 49 años, no nos mueve la nostalgia, sino el culto a un clásico, a la historia.
El impacto del Peugeot e-Legend
En 2018 se presentaba el Peugeot e-Legend, un ejercicio de diseño cuya repercusión fue mucho más allá de lo que habitualmente se suele esperar de un prototipo. Un prototipo cuya imagen Peugeot sigue amortizando años después y que a muchos, entre los que me incluyo, nos evocaba la nostalgia de un tiempo pasado, pero también la esperanza de que el coche eléctrico pueda depararnos agradables sorpresas, como nos demostraba el e-Legend, el regreso del Renault 5, o un nuevo prototipo reintepretando la imagen del Opel Manta.
Cuando en febrero conocíamos la nueva imagen de Peugeot nos acordábamos irremediablemente de aquel prototipo de 2018, que ya utilizaba un emblema muy parecido al que pronto veremos en los productos de Peugeot y en su red comercial. Y también la sensación de nostalgia que nos transmitía un emblema inspirado en el león que lucía en los productos de Peugeot en los años sesenta.
Analizando la nueva imagen de Peugeot
Las novedades presentadas por Peugeot estos días nos ofrecían la oportunidad de entrevistar a Mathieu Riou-Chapman, Peugeot Global Brand Design, y artífice de la nueva imagen de la marca, que ante nuestras preguntas apuntaba a la verdadera dirección de Peugeot, «que no se trata de nostalgia, sino del deseo de reinyectar la historia de la marca». Mathieu nos recordaba cómo la elección de un automóvil se fundamenta en tres grandes prioridades, la marca, el estilo y la confianza. Y cómo la historia de una marca interviene significativamente en la confianza que, en última instancia, requiere el comprador.
Peugeot ha planteado su nueva imagen de marca contemplando su historia y buscando el emblema que «debería haber existido siempre y debería existir siempre», apelando a las fuerzas de las grandes marcas, que nunca han cambiado de logotipo, a «Coca Cola, Louis Vuitton o Apple».
Por otro lado, y tal y como reconocía el propio Mathieu, el desarrollo de la nueva imagen de Peugeot es un proyecto de largo recorrido. Cuando en 2018 conocíamos el Peugeot e-Legend, la marca ya estaba trabajando en la nueva imagen que finalmente se ha anunciado y presentado en febrero de 2021.
Es evidente que el nuevo emblema de Peugeot ha calado hondo entre nosotros, los nostálgicos, los amantes del automóvil. Pero detrás de esa idea, Mathieu apuntaba a su principal reflexión, «mantener un carácter identitario fuerte e insistir en la potencia de la marca». Así entendemos cómo Peugeot ha optado por un emblema con una posición heráldica, sobre un plano, abandonando la imagen del cuerpo entero del león, para ampliar su cabeza, y centrar la atención en la marca.
Al contemplar la nueva imagen de marca de Peugeot no podemos hacer otra cosa que plantearnos cómo esta va a definir la línea de diseño del propio producto. Y tal y como nos adelantaba Mathieu, Peugeot aún dispone de tiempo para seguir amortizando la imagen que ha plasmado en su nueva generación de productos, desde que en 2016 se presentase el nuevo Peugeot 3008. Peugeot considera que su diseño «nunca había sido tan potente y tan valorado como lo es ahora, tal y como muestra el hecho de que a pesar de la crisis siga ganando cuota en el mundo entero, excepto en China».
En febrero, sin ir más lejos, Peugeot fue la más vendida en España y cuatro de sus productos – Peugeot 2008, Peugeot 208, Peugeot 3008 y Peugeot 308 – estuvieron presentes en el top 10 de matriculaciones.
Esta semana, Peugeot presentará la nueva generación del 308. Y ahora sí con el nuevo emblema de la marca muy presente en la parrilla, sabemos que su estética seguirá el lenguaje moderno que ha conformado la marca durante el último lustro. Y es que según la visión del propio Mathieu, «es interesante ver la relación que se establece entre este logotipo y los objetos ultramodernos, como sucede en la música, cuando asocias dos cosas que son expresiones diferentes y dan lugar a una alquimia».
En definitiva, la nueva imagen de Peugeot nos recuerda que el legado histórico sigue jugando un papel fundamental en una industria del automóvil en constante cambio y que a nosotros, los más nostálgicos, aún nos esperan más alegrías de las que nos imaginamos.