Nissan ha estado probando y desarrollando un nuevo sistema de pintura para sus coches – no un proceso en sí, sino una pintura elaborada con un objetivo en mente: reducir la temperatura del habitáculo en los meses de verano y reducir, por tanto, el uso del aire acondicionado. De hecho, ya se ha puesto a prueba en los Nissan NV100 que se utilizan en el aeropuerto japonés de Haneda por parte de All Nipon Airways.
Una pintura probada en vehículos Nissan en el aeropuerto de Haneda
Esta pintura se ha desarrollado en conjunto con Radi-Cool, una empresa japonesa con la que firmaron un acuerdo de colaboración de doce meses en noviembre de 2023. Haneda, con grandes superficies asfaltadas donde la temperatura puede ser bastante elevada y los coches están funcionando a todas horas del día, ha sido el banco de pruebas para esta pintura especial.
Se trata de una pintura que se enlaza con un material con dos partículas en su microestructura. La primera partícula refleja los rayos cercanos a los infrarrojos en el espectro de radiación, los cuales crean las vibraciones moleculares en la resina de la pintura tradicional. Es decir, evita que esas vibraciones generen esa calor de los rayos del sol.
La segunda partícula crea ondas electromagnéticas que chocan con los propios rayos del sol, de modo que esa energía que se trasladaría hacia la pintura y hacia el habitáculo del coche se desvía a la atmósfera. Dicho de otro modo, repele los propios rayos del sol.
Al frente de este proyecto está el Dr. Susumu Miura, experto en el Centro de Desarrollo de Nissan. ¿El resultado? Incluso aparcado al sol, el exterior llega a estar hasta 12 grados más fresco con una temperatura del habitáculo 5 grados inferior.
Ventajas para coches de combustión y eléctricos
«Mi sueño es crear coches más fríos sin consumir energía. Esto es especialmente importante en la era de los coches eléctricos, donde el peso de tener el aire acondicionado funcionando durante el verano puede tener un impacto importante en el estado de la carga de la batería«, declaró el Dr. Susumu Miura (Green Car Congress). También habría beneficios para motores de combustión dado que al no hacer falta aire acondicionado o con menos potencia, se alivia la carga a la que se somete el motor.
La idea es similar a las pinturas de edificios, pero con un grosor mucho menor – hablamos de un grosor de 120 micrómetros, cuando el de una pintura de coches convencional es de 20 micrómetros. Tras probar más de 100 ejemplares, se ha conseguido una que resista la sal, los arañazos, reacciones químicas y mantenga la consistencia de color.