1.200 personas han fallecido en las carreteras españolas en el pasado año. Por segundo año consecutivo las víctimas mortales en carretera aumentan, una situación que contrasta con el descenso vertiginoso que se había producido durante las dos últimas décadas y que, sin duda, debería llevarnos a reflexionar mucho al respecto. El propósito de enmienda de la Dirección General de Tráfico propone un plan para 2018, según esta institución «de choque», para vencer a la siniestralidad. Un plan que seguiría la línea del presentado hace ahora un año, que según la DGT se habría cumplido en un 90%. Y un proyecto que plantea reformas, aumentar el control, ya sea con más radares, e incluso drones, o con más pruebas de alcohol y drogas, y formación. ¿Qué otras medidas se incluirán en este proyecto?
Habrá reformas importantes que aún han de concretarse
La DGT ha previsto la reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, la presentación de una estrategia a largo plazo, hasta el año 2020, nuevos planes estratégicos para el vehículo, y medidas que irán enfocadas a reducir la siniestralidad de los más vulnerables, incluyendo también un segundo plan estratégico para los ciclistas.
Se asignará una dotación de 1 millón de euros para ayudas a la investigación en materia de seguridad vial, y en cuanto a formación, se formarán 100 nuevos examinadores y se reformará el modelo de formación vial, centrando la atención en los adolescentes, en colaboración con asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, y en los centros de educación primaria, con material pedagógico, y 50 nuevos parques infantiles de tráfico móviles.
Aunque todas estas medidas aún han de concretarse mucho más y, hasta entonces, son poco más que una declaración de intenciones, la DGT espera aprobar nuevos convenios con las comunidades autónomas y los ayuntamientos para el impulso de la seguridad vial.
Más radares, e incluso drones
Para el control del tráfico, la DGT aprobará nuevos planes de control de la velocidad, por supuesto con radares. También se incorporarán los nuevos drones para controlar el tráfico, y todo apunta a que también se emplearán para detectar infracciones, como los excesos de velocidad, y el uso del móvil, y sancionar a los infractores.
También se endurecerá el control de infracciones tan graves, como conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, persiguiendo especialmente a los reincidentes. Para estos últimos se planteará incluso la posibilidad de que sean requeridos por una evaluación médica, para que un profesional considere el problema de adicción y evalúe si el conductor puede recuperar su permiso de conducir.