El pasado día 16 de septiembre tuvo lugar un encuentro digital en el que FACONAUTO, con su presidente Gerardo Pérez a la cabeza, hizo balance de un Plan Renove 2020 al que hasta ahora se han acogido más de 110.000 operaciones desde el 15 de junio, y que ayudará a mortiguar cosiderablemente la caída de ventas.
El Plan Renove reducirá la caída del 40 % al 32 %
Hasta la fecha han sido 110.000 operaciones las que se han acogido al Plan Renove, cifra que para finales de año se espera que alcance las 210.000 operaciones, de las cuales se estima que 56.000 ventas corresponden a una demanda añadida como consecuencia de esos incentivos, y no porque los compradores tuvieran en mente la adquisición de un nuevo vehículo. Asimismo, la eficacia de estas medidas para incentivar la compra de un nuevo coche, y renovar el envejecido parque móvil español (que cuenta con una edad media cercana a los 13 años) se calcula en un 25 %, valor muy positivo si se compara con el 20 % del anterior Plan PIVE.
En este mismo contexto de «buenas noticias» podemos decir que la ventas mensuales postconfinamiento alcanzan unos valores ligeramente por debajo de los experimentados en el mismo periodo de años anteriores, aunque parte de la demanda retenida durante esos meses ya estaría satisfecha. No obstante, el año ya se da por perdido, y es que a pesar de que estas ayudas supondrán que la bajada de ventas disminuya del 40 % al 32 %, el mercado cerrará con unas cifras muy bajas, aunque al menos las plantillas de los concesionarios se encuentran al 90 %, noticia muy positiva para las familias que dependen de ello.
Se avanza lentamente hacia los 95 gramos de CO2
Por otro lado, también se ha subrayado que los vehículos matriculados este año contarán con unas emisiones medias de 113 g de CO2/km, lo que supone un descenso de cinco puntos respecto del año anterior, pero que es claramente insuficiente para alcanzar el objetivo europeo de 95 g de CO2/km según la normativa CAFE, debiéndose principalmente este descenso a los modelos mild-hybrid e híbridos convencionales, además de un 1,4 % de eléctricos puros que cada vez están más en alza.
Sin embargo, y según a indicado Gerardo Pérez: «Las marcas están trasladando la responsabilidad de cumplir la normativa CAFE a los concesionarios, que están automatriculando coches que no tienen suficiente demanda en la actualidad. Me refiero sobre todo a los vehículos eléctricos, que se están matriculando pero que en gran medida se acumulan en nuestras campas. Los fabricantes han tenido desde 2010 para cumplir con los objetivos europeos, y ahora no vamos a permitir que los concesionarios soporten esa presión», por lo que esas cifras en cuanto a la reducción de CO2, además de no reflejar finalmente la realidad, suponen un problema económico para las maltrechas arcas de los concesionarios.