Quédate con esta idea: el futuro de Polestar como fabricante de coches eléctricos tiene en Porsche a su referente. La marca sueca desligada de Volvo tiene muy clara su hoja de ruta, no solo en tanto a crecimiento, sino en cómo deben ser sus coches y cuál debe ser su filosofía. Polestar siempre ha defendido una visión mucho más deportiva que la vista en los modelos de Volvo, pero ahora que es un fabricante totalmente independiente, Polestar quiere ir más allá para convertirse en un rival directo de Porsche y sus coches eléctricos.
Que Porsche es un referente en muchos sentidos es algo que ya sabíamos, pero que se haya convertido en una clara referencia en movilidad eléctrica no es algo tan conocido. El éxito del Taycan y la cercana llegada de los Macan y Boxster eléctricos esconde una ambiciosa – y exitosa – estrategia por parte de la firma alemana, sin embargo es precisamente la preservación de su filosofía como marca de lujo y deportiva, lo que ha llamado la atención de otras marcas rivales como Maserati o Polestar.
Polestar 3
Tras la presentación del Polestar 3 como su primer SUV, la marca ha confirmado que pretende lanzar una versión de producción del Polestar O2 Concept, un deportivo eléctrico que buscará competir de forma directa con el Porsche 911 bajo el nombre de Polestar 6. Nada fácil desde luego, pero Polestar está convencida de que puede plantar cara al fabricante de Suttgart en diseño, tecnología y dinámica de conducción, motivo por el cual ha decidido lanzarse a la aventura de poner en las calles un deportivo que sirva como modelo halo.
Y tampoco debemos olvidarnos de otro lanzamiento clave en el fabricante sueco, pues muy pronto también conoceremos al Polestar 5, una berlina eléctrica de marcado corte deportivo que quiere posicionarse a la altura del Porsche Taycan, amén de sus alternativas en forma de Audi e-tron GT o Tesla Model S. Eso sí, Polestar ha desarrollado el 5 bajo una serie de premisas que lo hacen bastante especial, destacando el hecho de ser el primer Polestar que no estará emparentado con un Volvo o el uso de un chasis que emplea mayoritariamente adhesivo en lugar de soldaduras para reducir el peso y aumentar la rigidez torsional.
Fuente: Drive