Polestar ha anunciado que dadas las buenas críticas de la prensa y acogida del Precept Concet, que pudimos conocer a principios de año en el no Salón de Ginebra, comenzará a fabricar en serie este modelo que adelanta el camino por el que se dirige la joven compañía: mínimo impacto ambiental, diseño vanguardista, última tecnología y altas prestaciones.
La sostenibilidad como carta de presentación
Ha sido el propio CEO de la compañía, Thomas Ingenlath, quien ha confirmado la puesta en fabricación del Polestar Precept, un modelo eléctrico de altas prestaciones que lleva la ecología por bandera, y que pretende contar la menor huella de carbono posible. Para ello, será producido en la planta de Polestar en China de nueva factura, la cual obtiene su energía de fuentes 100 % renovables.
Siguiendo esta misma apuesta por la sostenibilidad, en la fabricación del Precept se han empleado materiales como plástico PET reciclado procedente de botellas, restos de redes de pesca o vinilo de corcho reciclado, además de un compuesto de lino desarrollado junto con Bcomp. De esta forma se pretende que este modelo sea un vehículo totalmente sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Otro duro rival del Tesla Model S
Al Tesla Model S no le paran de salir competidores, y es que la firma de Elon Musk ha demostrado que un vehículo eléctrico bien ejecutado, potente, con suficiente autonomía y un plus de valor añadido en forma de tecnología tiene su público, a pesar del elevado precio que pueda tener, y como prueba ahí está el exitoso Porsche Taycan o el Lucid Air cuya producción ya ha comenzado y se espera para mediados de 2021.
Así pues, este Polestar Precept es un GT de gran formato dada su batalla de 3,1 metros de cuatro puertas, con las puertas traseras de apertura tipo suicida y con un diseño extremadamente vanguardista y minimalista que se aleja cada vez más de las pautas marcadas por Volvo, aunque manteniendo señas de identidad como unas ópticas delanteras en forma de ‘T’ que hacen alusión al martillo de Thor, un dios de la mitología escandinava, estableciendo así un lenguaje propio denominado «Minimalistic Athleticism». En el interior se repiten esas líneas simples y limpias, con una disposición de cuatro plazas, con un salpicadero que recuerda al del Tesla Model 3, una pantalla horizontal de 12,5″ como instrumentación y otra de 15″ en disposición vertical en la consola central para controlar las diferentes funciones.
A nivel tecnológico Polestar promete los últimos avances, tanto en materia de ayudas a la conducción, seguridad, infoentretenimiento… así como unas prestaciones y autonomía acorde a lo que se espera de un vehículo de ese calibre y acorde a lo que sugiere su imagen. En este sentido nos encontramos con un sistema de infoentretenimiento HMI articulado sobre Android como S.O., una «no-parrilla delantera» denominada Polestar SmartZone que integra los diferentes sensores necesarios para esas ayudadas a la conducción o incluso dos cámaras laterales a modo de retrovisores.
No obstante, y aunque se trata de especulaciones aún sin confirmar, se presupone que el modelo de serie sea muy similar al prototipo que conocemos, contando con dos motores eléctricos que desarrollarán una potencia total de 600 CV alimentados por una batería de iones de litio de 120 kWh de capacidad, la cual le brindará una generosa autonomía cercana a los 700 km.