A día de hoy nadie pondrá en duda que los cambios automáticos se han impuesto como la opción más habitual en coches muy deportivos, y prácticamente la única, sobre los cambios manuales, por ser más efectivos, más rápidos y adecuados para extraer el máximo rendimiento de un buen motor, y más versátiles, para adaptarse al conductor que busca marcar una vuelta rápida en circuito, o moverse con comodidad y seguridad en el día a día. Los cambios automáticos que equipan los coches deportivos modernos son más rápidos que cualquier cambio manual, eso es obvio. ¿Pero cómo de rápidos son estos cambios automáticos?
Midiendo la rapidez del cambio automático de un coche deportivo
Jason Fenske, responsable de uno de los canales de Youtube que más nos ha enganchado, Engineering Explained, tuvo una brillante idea. Tenía entre las manos el volante de un McLaren 720S que le habían prestado para una prueba, y decidió realizar un experimento para intentar medir la rapidez del cambio automático, por supuesto, de doble embrague, del coche deportivo de Woking. Este experimento ya lo había llevado a cabo con su Honda S2000, con cambio manual. Utilizando un sistema de adquisición de datos de precisión VBox, con GPS, pretendía detectar esos cambios de marcha analizando la curva que describirían esos mismos datos en una gráfica en la que estaría representada la velocidad del vehículo en un instante determinado.
McLaren 720S
Lo esperado, insistimos, es que en cada marcha la curva tuviera una inclinación diferente y que se apreciara una pequeña interrupción en el momento en que se engrana una nueva marcha, siempre y cuando fuera superior al margen de error del sistema de medición, de 50 ms, o 0,05 segundos, el retardo entre cada una de las mediciones.
Las ventajas de los cambios automáticos en coches deportivos
La sorpresa llegaría al comprobar que el momento en que se engranó una nueva marcha era casi imperceptible en la gráfica, lo cual ya podía indicarnos cuán rápido es el cambio automático de este deportivo. Aunque las diferencias entre modos de conducción son aún más interesantes.
Si en la primera prueba, en modo Comfort, era difícil interpretar en qué momento se había producido el cambio de marchas únicamente por la curva descrita por la gráfica, teóricamente en los modos Sport y Track sería más sencillo. Aunque parezca un contrasentido, en los modos deportivos debía apreciarse un mayor retardo, debido a que estos modos intentan retrasar más el momento en que se engrana la marcha, alcanzando un régimen de revoluciones más alto, y haciendo que el engranado de los embragues sea más brusco. El momento en que activa el modo Track se aprecia perfectamente en el vídeo, porque el soporte de la instrumentación rota para cambiar la información mostrada, y centrarla en lo que uno necesita ver cuando conduce en circuito. Y los resultados, de nuevo, sorprenden con una curva en la que sí que puede intuirse cuándo se han producido los cambios de marcha, aunque ciertamente es difícil obtener una medición que indique el tiempo que ha tardado en engranar una marcha.
Ya os decimos que la rapidez y la efectividad de los cambios automáticos de doble embrague de última generación no son la única razón para que los cambios manuales estén en peligro de extinción, y prácticamente desaparecidos en coches deportivos de altos vuelos. Por desgracia, para aquellos que aún siguen disfrutando de un buen cambio manual, las opciones prácticamente se reducen a escoger un clásico, o coches deportivos menos potentes.
Más imágenes del McLaren 720S: