El incremento del precio de la gasolina y el diésel está obligando a los conductores a buscar la manera de ahorrar a la hora de pasar por la estación de servicio. En las últimas semanas hemos dado consejos y trucos para ellos, pero hay una recomendación por la que no se debe apostar por muy caro que esté el combustible: circular en reserva. Son varias las razones para desterrar esta idea… y una de ellas es una multa de 3.000 euros.
Cuando se enciende el testigo que nos avisa de que el depósito está reserva, la autonomía del coche suele ser de 40-45 kilómetros dependiendo de cada modelo. Teniendo en cuenta esto, muchos conductores pueden llegar a pensar que es un margen suficiente para sus trayectos diarios. En realidad es un riesgo innecesario para el coche y para nosotros: afecta a la mecánica, a nuestra conducción y, además, nos pueden multar. Estas son las razones por las que tenemos que evitar circular en reserva.
La mecánica del coche
Jugar con ese nivel mínimo de combustible es perjudicial para la mecánica del vehículo. Puede generar impurezas en el depósito que terminarán dañando los inyectores o la bomba que, además, tiene que llevar a cabo un esfuerzo mayor: esto provoca que su succión se haga de forma incorrecta y se traduce en la creación de burbujas en el circuito. La mezcla de aire y combustible, por lo tanto, se empobrece, el circuito del motor se calienta demasiado y la refrigeración sufrirá daños.
Si llevamos al extremo la reserva y nos quedamos sin combustible también habrá consecuencias. En un diésel, entrará aire en el circuito del motor y el sistema de inyección no podrá restaurar la presión normal para poder arrancar. Si se trata de un coche de gasolina las consecuencias no serán tan graves, pero el motor y su circuito se resentirán: puede que, al llenar el depósito, te cueste arrancar algo más de lo normal.
Distracciones al volante
Por último, debes tener en cuenta que el testigo de la reserva del coche puede convertirse en un peligro para la conducción. ¿La razón? Genera cierto estrés o nerviosismo y, además, es una constante distracción porque no podremos evitar fijar la mirada constantemente en la autonomía que nos queda o buscar la señal que nos indica la distancia a la que se encuentra la próxima gasolinera. El conductor, por lo tanto, deja de prestar atención a lo que sucede en la carretera.
¿Menos peso, menos consumo?
Terminamos este repaso desmontando un mito. Algunos conductores pueden llegar a plantearse la opción de circular de forma constante en reserva basándose en la siguiente premisa: si el coche tiene menos combustible, pesará menos y consumirá menos. Puede que en las competiciones de motor los mejores tiempos se consigan cuando los coches van más ligeros de gasolina, pero una cosa son los circuitos y otra la vida real.
Esto no se puede extrapolar al día a día por las razones que os acabamos de explicar, porque nuestros vehículos nada tienen que ver con los de la Fórmula 1, por ejemplo, y porque cuanto más vacío está el depósito, más fácilmente se evaporará el combustible.
Multas: hasta 3.000 euros
Circular en reserva no es, según la normativa, una infracción aunque sí nos pueden sancionar por las consecuencias derivadas de ello.
Si te quedas sin combustible y tienes que detener tu vehículo en la carretera, la Guardia Civil te puede poner una multa de 200 euros por aparcar de forma indebida: según el Artículo 90 del Reglamento General de Circulación esto sólo es posible en caso de accidente o de avería. Ten en cuenta, por cierto, que algunos seguros no cubren la asistencia en carretera cuando la razón es haberse quedado sin gasolina o diésel así que los gastos correrían de tu parte.
Si optas por ir hasta la estación de servicio más cercana para comprar el carburante necesario para tu depósito, tendrás que transportarlo en un envase homologado: hacerlo de cualquier otra manera está penado con una multa de 3.000 euros. Y si en todo este proceso, además, llevas a cabo alguna maniobra incorrecta que pone en riesgo al resto de conductores recibirías el mismo castigo: 200 euros.