Nos hemos vuelto locos con los cronómetros, tenemos que admitirlo. Los fabricantes han encontrado un filón en todo cuanto tiene que ver con récords, cronos imposibles y como no, Nürburgring. El más rápido en esto aquello se ha convertido en el mejor coche, casi sin lugar a dudas según quien lo comenta, pero la dura realidad es que todo esto se resume en simples acciones de marketing que buscan generar expectación, dar valor al producto, arañar alguna que otra venta… pero sin formato o forma para dar veracidad a lo conseguido. Así, con los récords en Nürburgring más cuestionados que nunca, hoy nos fijamos en el pique entre Bugatti y Koenigsegg por el 0-400-0 Km/h para encontrarle sentido, si es que lo tiene.
Bugatti y Koenigsegg juegan en otra liga, y aunque alguna que otra vez se ha podido ver a sus coches en el infierno verde, parece que jamás nos van a confesar qué tiempos han hecho. De este modo y como prueba de sus estratosféricas prestaciones han decido subir el listón lo suficiente para que apenas haya rivales que puedan alcanzarlo. Koenigsegg fue quien dio notoriedad a eso de hacer el 0-300-0 Km/h en el menor tiempo posible, un registro con el que quería demostrar no sólo lo eficaces que eran sus coches en aceleración y frenada, sino en cómo todo el vehículo era capaz de gestionar semejante torrente de fuerzas G sin desviarse un milímetro de la trayectoria, y ahí amigos es donde realmente residía la clave.
Hace apenas unos días Bugatti decidió ir un paso más allá y atreverse con el 0-400-0 Km/h, algo que dejaba atrás a la gran mayoría de superdeportivos. De este modo consiguió firmar el crono en 41.96 segundos, siendo batido por Koenigsegg sólo unos días después con 36.44 segundos. Pero seamos francos, ¿a nadie le chirría comparar un Bugatti Chiron con un Koenigsegg Agera RS? para igualar las balanzas por enfoque y planteamiento Koenigsegg debería haber empleado el Koenigsegg Regera, su hiper GT diseñado para hacer frente a Bugatti, pero al no haber reglas cada cual las interpreta como quiere. Y por qué es esto tan importante, pues por la sencilla razón de que el mérito de hacer el 0-400-0 Km/h no reside tanto en el tiempo, sino en cómo y quién lo ejecuta. Bugatti, al igual que Koenigsegg, conocen bien su producto e ingeniería y no dudan en destacar la estabilidad y capacidad de frenada de sus coches muy por encima de sus prestaciones en aceleración o velocidad máxima. Y tienen sobrados motivos para hacerlo ya que ese es el verdadero hito en sus coches. Bugatti aseguró que su coche récord estaba de estricta serie, Koenigsegg ha asegurado lo mismo empleando incluso un coche de cliente.
Tal y como sucede en Nürburgring, cada fabricante que reclama un récord para sí lo hace bajo no pocas sospechas de manipulación. No existe homologación ni criterio para marcar un récord en Nürburgring, motivo por el que cada fabricante se anima a calzar neumáticos específicos, reglajes a medida, compensanción de pesos, gasolina de más octanaje, etc. llevando a sus deportivos a protagonizar polémicas como la del Lamborghini Huracán Performante o el más reciente Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio. El caso del 0-400-0 Km/h es idéntico y tanto Bugatti como Koenigsegg se han guardado para sí los verdaderos detalles sobre sus coches, y aunque sea sorprendente verlos ejecutar semejantes pruebas, lo único con lo que de verdad podemos quedarnos es con lo espectacular de los vídeos y nada más. Más allá de esto no podemos negar que Bugatti y Koenigsegg sí que han demostrado algo importante, y es que volar a 400 Km/h ya no es una locura y que estos coches son capaces de hacerlo con una pasmosa facilidad y sin pérdida alguna de control sobre el vehículo, lo que es aún más impresionante. Para más inri Koenigsegg asegura poder mejorar su 0-400-0 Km/h, aunque está claro que Bugatti no se quedará de manos cruzadas.
Como conclusión, y nos cueste más o menos admitirlo, todas estas cifras no son más que una estrategia de marketing pura y dura. Y por ello el 0-400-0 Km/h no ofrece ni más ni menos valor que esos idolatrados récord en Nürburgring que tantos han firmado, aunque eso sí, por ahora el pique de los 400 Km/h es terreno sólo apto para Koenigsegg y Bugatti.