Salvo cambio de rumbo imprevisto en la hoja de ruta que se ha marcado la Unión Europea (algo que ya piden varios fabricantes), desde 2035 no se permitirá la comercialización de coches nuevos que sean propulsados total o parcialmente por un motor alimentado por combustibles fósiles, lo que incluye cualquier tipo de coche híbrido. La industria parece, por tanto, orientada a dar el salto a los coches 100 % eléctricos, aunque lo cierto es que en estos primeros años de transición la demanda no acaba de responder con signos positivos al lanzamiento de coches eléctricos.
Cabe señalar que actualmente, en España sólo el 5 % de los coches matriculados en lo que va de 2024, se corresponden con coches 100 % eléctricos. En estas prmeras etapas de cambio, los consumidores españoles apuestan más por híbridos e híbridos enchufables que por los eléctricos puros, los primeros por un precio y una libertad de uso idéntica a la de un coche térmico, mientras que los segundos aportan las ventajas de un eléctrico en el día a día por la capacidad de moverse sin la necesidad de recurrir al motor térmico, mientras que en viajes largos no están sujetos al uso de la infraestructura de carga pública.
Sea como fuere, lo cierto es que la gasolina y el diésel, entre ambos, siguen representando el 40 % del mercado, mientras que los híbridos no enchufables (incluyendo los ligeros), se han hecho ya con el 42 % del total.
Aun con tan contundentes resultados comerciales, lo normal antes de tomar la decisión es saber si un eléctrico se adapta a nuestras necesidades diarias o totales y si entra dentro del presupuesto establecido. Y en caso de hacerlo, ¿quedará el comprador satisfecho con la compra?
A esta pregunta ha querido dar respuesta este reciente informe lanzado por Global EV Alliance, que es una organización a favor de la implantación del coche eléctrico como principal relevo al térmico, para lo que ha realizado una encuesta en un total de 18 países, del total de compradores que se deciden a comprar un coche eléctrico, el 92 % asegura que volverá a comprar un coche eléctrico cuando el suyo necesite reemplazo.
Según el informe, que se basa en una entrevista hecha a un total de 23.254 conductores de Austria, Brasil, Canadá, Costa Rica, Francia, Alemania, Hungría, India, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovenia, Suecia, Suiza, Reino Unido, y Estados Unidos (España no está entre ellos) entre los meses de agosto y noviembre de este mismo 2024, sólo el 1 % de los conductores de un eléctrico asegura que volverá a comprar un coche de gasolina ó diésel después del eléctrico, mientras que un 4 % haría lo propio con un híbrido enchufable. Por su parte, el 2 % no tiene claro qué tipo de coche comprará después del eléctrico.
Estos resultados contrastan de manera mayúscula con los de una de las últimas encuestas que pasaron por la portada de Diariomotor, realizada por Monta, en el que el 54 % de los encuestados se declara arrepentido. No obstante, el muestreo de Global EV Alliance es muy superior, pues la anterior apenas indagó entre poco más de 600 conductores y sólo relativos a Francia.
De entre los aspectos que más valoran los encuestados, para acabar se encuentra el hecho de tratarse de un tipo de coche que conlleva unos gastos de uso significativamente inferiores a los de un térmico o híbrido equivalente. También tienen peso otras razones como la carga tecnológica de la que suelen hacer gala de este tipo de coches o el hecho de no contaminar el aire al circular.