Un Porsche 356 con orugas y esquíes: ¿en qué momento a alguien se le ocurre semejante idea? La pregunta es lógica cuando se carece de contexto así que vamos con ello. Detrás de este proyecto benéfico está Renée Brinkerhoff (piloto de rallies) y Valkyrie Racing (su equipo), que han elegido el citado modelo alemán por una buena causa: luchar contra el tráfico de personas. Así han transformado este Porsche 356 de 1956 para conseguirlo.
Este modelo de cuatro plazas con motor trasero fue el primero fabricado en serie por los de Stuttgart. Una de aquellas unidades ha recorrido, prácticamente, todo el mundo bajo la dirección de Renée Brinkerhoff. Una aventura impulsada por una particular batalla: la que han emprendido contra la trata de personas. Hasta ahora han recaudado más de 400.000 euros y todo aquel que haya contribuido a la causa con, al menos, 356 dólares verá su nombre grabado en el Porsche 356 cuando termine este particular viaje.
El ‘Proyecto 356’
El ‘Proyecto 356’ comenzó hace cuatro años, en 2017, y su meta es la Antártida: según la hoja de ruta que han diseñado llegarán allí a finales de año recorriendo un último tramo de 356 millas (573 kilómetros). La guinda del pastel llegará en Union Glacier: Renée correrá por esta famosa pista de hielo para intentar firmar un nuevo récord de velocidad.
Para lograr todo esto, la piloto de rallies y su equipo se han unido a Kieron Bradley, un ingeniero que trabajó en Lotus. Juntos han llevado a cabo la específica preparación del Porsche 356 para enfrentarse a la recta final de esta travesía que les llevará hasta el continente más austral de la Tierra.
Orugas y esquíes para el Porsche 356
La misión no era sencilla: tenían que conseguir que un coche que tiene más de 65 años no se hunda en el hielo. Encontrar la solución fue más sencillo de lo que, a simple vista, parecía: han sustituido las ruedas delanteras por esquíes y las traseras por orugas. Sí, el Porsche 356 ha aumentado de peso pero, al mismo tiempo, logran reducir la presión sobre el suelo y, además, aumentan la flotabilidad del vehículo.
No han sido los únicos cambios que han aplicado al Porsche 356. El vehículo con el que Renée Brinkerhoff culminará el ‘Proyecto 356’ ha sido reforzado con un cabrestante, una ventana especial ubicada en la parte trasera que hace las veces de salida de emergencia por si las cosas se complican, una jaula antivuelco y un kit de supervivencia situado en el habitáculo. Todo lo necesario para una aventura y para responder a la pregunta con la que abríamos este artículo: ahora es más fácil entender por qué este Porsche 356 de 1956 lleva orugas y esquíes.
Imágenes: Valkyrie Racing