ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

4 MIN

Reaparece el misterioso Porsche de Yugoslavia que vale 3 millones de euros

En el motorsport existen historias de todo tipo: rocambolescas, insólitas, absurdas, casualidades casi impensables…y más si son historias que se originan en los años cincuenta y sesenta, cuando el motorsport, como la sociedad y el mundo entero, eran muy diferentes a la actualidad. Esta es la historia del Porsche 550 Spyder que financió un dictador y hoy, casi 70 años después, sigue apareciendo en carreras.

El Porsche 550 Spyder era un coche sensacional para su tiempo, muy capaz para ser ‘solo’ un 1.5

Del Porsche 550 Spyder hace falta hacer más bien poca presentación. Un coche que llevaba al extremo el ethos de Porsche en sus orígenes y se puede considerar el verdadero primer superdeportivo de la marca: motor central en lugar de colgando del eje trasero, 135 CV (mucho más que los 356A que entregaban unos 60 CV) procedentes de un motor de cuatro cilindros, apenas 570 kg de peso y una carrocería muy aerodinámica para la época.

Un coche que logró ganar las 24 Horas de Le Mans de 1954 y la durísima Carrera Panamericana ese mismo año en la categoría Sport 1.5. También logró éxitos en la Targa Fiorio de 1957, ganándose el apodo de ‘Matagigantes’ al batir a coches de mayor cilindrada. De hecho, estas gestas del Porsche 550 son precisamente las que darían lugar a las denominaciones Carrera y Targa, que se siguen usando en los 911 modernos a día de hoy. Del 550 se harían tan solo 90 unidades, siendo sobre todo recordado por ser el coche que se llevó trágicamente a James Dean en 1955.

Este Porsche 550 fue pedido por Tito para la gloria de Yugoslavia, llegando en 1958

Vista lateral de un Porsche 550, clásico de competición valorado en millones.

Ahora bien, hoy no hablaremos del ‘Little Bastard’, sino del 550A-0137, el cual fue financiado por… Josip Broz Tito. Sí, el dictador que le dio forma a la antigua Yugoslavia. En 1957 vio cómo ‘su’ piloto Milivoje Bozic y su BMW 328 eran claramente derrotados frente a rivales con mejores herramientas, de modo que Tito pidió a Porsche un 550 Spyder para que Bozic le diera la gloria a Yugoslavia. El coche, propiedad del Auto Moto Club de Yugoslavia, llegaría en 1958, listo para competir. ¿Qué podría salir mal?

Pues salió mal que llegó en 1958…cuando sus rivales ya competían con el Porsche 1500 RSK, mucho más competitivo. Aún así, Bozic tuvo sus hazañas, como un tercer puesto en el Supercortemaggiore Grand Prix celebrado en Monza en 1959 – Bozic lo hizo con el añadido de aguantar la carrera entera de 1.000 kilómetros… ¡sin cambiar neumáticos! Esto llamó la atención de Porsche y el jefe de competición le ofreció restaurar su 550 de arriba abajo, de manera que estuvo en activo varios años más.

De campeón europeo de montaña a su aparición en el Tour de Corse Histórico casi 70 años después de su creación

En estos dos años Bozic lograría, con este coche, ganar su categoría del Campeonato de Europa de Montaña en 1960, antes de que el Auto Moto Club de Yugoslavia intercambiara el 550 con un coleccionista italiano… por un Fiat 850. Este intercambio hizo que el 550 dejase de estar en activo, permaneciendo en Italia desde entonces. Hoy día apenas se saca a la calle este coche, puesto que es una pieza de coleccionista valorada en 3 millones de euros.

Ahora bien, hay excepciones: el 550A-0137 estará en la salida del Tour de Córcega Histórico, que tendrá lugar entre los días 5 y 12 de octubre. Sin el evento principal, ausente desde antes de la pandemia, se trata de una prueba de coches clásicos que trata de recuperar el espíritu de una isla muy ligada a los rallyes. Entre otros, estará nada menos que el ex piloto de F1 Jos Verstappen, a los mandos de un Porsche 911 Carrera 3.0 RS de 1974 tras varios años compitiendo en rallyes – de hecho, ya le vimos en La Nucía a finales de 2023.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

David Durán

Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción. Seguir leyendo...

Cargando...