Durante más de dos décadas, el lago helado Zell en Austria ha sido el escenario de la GP Ice Race: una serie de carreras que se celebran para homenajear a Ferdinand Porsche. Este ha sido el evento que la marca alemana ha elegido para demostrar que su proyecto protagonizado por los combustibles sintéticos no es un experimento de laboratorio. Así baila sobre la nieve un Porsche 718 Cayman GT4 RS impulsado por eFuels.
Tras su estreno mundial en Los Ángeles, el Porsche 718 Cayman GT4 RS y su variante Clubsport han hecho su primera aparición pública en Europa. En Austria hemos podido ver al deportivo alemana deslizándose por la pista de hielo de una forma bastante divertida: la falta de tracción hace parecer que van completamente a la deriva. Sin embargo, esto no ha sido lo más llamativo: ambas versiones estaban impulsadas por combustible sintético.
Porsche 718 Cayman
Hasta ahora, Porsche sólo había usado los eFuels en deportes de motor como la Supercopa Porsche Mobil 1 2021, donde los Porsche 911 GT3 Cup de todos los equipos estuvieron alimentados por esta alternativa. Emplearlo en el nuevo Porsche 718 Cayman GT4 RS, listo para producción y sin modificar se considera un paso significativo en su desarrollo. En este caso se decantaron por gasolina renovable basada en un biocombustible avanzado que ha sido desarrollado a partir de residuos de alimentos.
Los planes de Porsche
La construcción de la primera fábrica para la producción de eFuels comenzó hace un tiempo al sur de Chile, en la provincia de Magallanes. Forma parte del proyecto Haru Oni en el que participan Porsche, Siemens Energy y otros socios internacionales. Será la primera planta comercial con producción a gran escala de estos combustibles sintéticos, que son casi neutros en carbono.
Se espera que, a partir de este mismo año, la fábrica produzca unos 130.000 litros de combustibles sintéticos al año. Porsche comprará este volumen en su totalidad e inicialmente lo utilizará en el mundo de la competición. En el futuro, el objetivo de la marca de Stuttgart es emplearlos en sus modelos de combustión incluyendo los clásicos.
El combustible sintético de Porsche
Los eFuels de Porsche se producen con la electricidad generada a través de la energía eólica. Un proceso de electrólisis descompone el agua en sus dos componentes, hidrógeno y oxígeno, y el primero de ellos se procesa con CO2 extraído del aire para producir e-metanol. Por último, se lleva a cabo la síntesis de metanol a gasolina para convertirla en gasolina cruda sintética y se convierte en un combustible que cumple con los estándares para ser empleado en los motores de combustión.
Una solución para rebajar las emisiones
Porsche apunta que existen unos 1.300 millones de coches en el mundo y que la transición a la movilidad eléctrica no se está llevando a cabo lo suficientemente rápido como para lograr los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Si a esto añadimos que cada país está adaptándose a un ritmo distinto, llegaremos a la misma conclusión que la marca alemana: los vehículos con motores de combustión seguirán circulando durante las próximas décadas.
En este escenario, el desarrollo de los biocombustibles tiene el potencial de prolongar la vida útil de esos coches y de reducir el dióxido de carbono (CO2) con una fórmula prácticamente neutra. Algo que también abriría nuevas posibilidades en el ámbito de los deportes de motor.