Seguimos poco a poco desgranando los diez prototipos nunca antes vistos que Porsche nos ha presentado en estos días. Son parte de un grupo llamado «Porsche Unseen», que serán expuestos el año que viene en el museo de la marca, y que además estarán en un libro, que ya podéis comprar en vuestra librería online de referencia. Hoy, vamos a hablaros de otro prototipo: el Porsche 904 Living Legend. Un homenaje en clave moderna al espectacular Porsche 904 de los años 60, construido sobre un esqueleto de Volkswagen, y animado por un corazón… italiano.
El Porsche 904, llamado Porsche Carrera GTS comercialmente, fue un coche lanzado al mercado en a finales del año 1963. Su objetivo era ser usado en competición, pero tuvieron que venderse algunas unidades de calle para poder homologar su participación en carreras sancionadas por la FIA. Era un homologation special, un ligerísimo deportivo de motor central, con una mecánica basada en la mecánica bóxer de cuatro cilindros de los Porsche 718. Incluso hubo versiones – los 904/6 – que emplearon una versión evolucionada del bóxer de seis cilindros del primer 911.
Era un coche de pequeñas dimensiones, un biplaza estricto de apenas 4,09 metros de largo y un peso en orden de marcha inferior a los 700 kilos. Como es lógico, era un coche tremendamente rápido y ágil, especialmente si tenemos en cuenta que sus versiones más potentes disfrutaban de la friolera de 180 CV de potencia – incluso llegó a haber versiones de ocho cilindros, pero esa es otra historia. Estaba construido en torno a un chasis de largueros, sobre el que se adhería una ligerísima carrocería de fibra de vidrio, reforzada con estructuras tubulares.
Aunque era un coche de carreras a todos los efectos, era un coche precioso, diseñado para cortar el viento de forma grácil y efectiva. Su coeficiente aerodinámico era de solo 0,34 y en su diseño destacaban sus ópticas frontales carenadas, su zaga cortada «a cuchillo» y sus escuetos pilotos traseros. En el Porsche 904 Living Legend, Porsche trató de llevar al siglo XXI el 904 clásico. El prototipo creado en 2013, estaba basado en la plataforma ultraligera del Volkswagen XL1, un coche ultra-eficiente de producción limitada, alimentado por un motor 0.8 TDI.
Un TDI de dos cilindros, que fue reemplazado por el brillante motor V-twin de origen Ducati en el Volkswagen XL Sport, presentado conceptualmente en 2014, tras la compra de Ducati por parte del consorcio alemán. Todo apunta a que Porsche también estuvo a punto de presentar su visión del XL1 – recordemos, construido en torno a un monocasco de fibra de carbono – y animarla mediante un puntiagudo motor italiano de moto. Con un peso de menos de 900 kilos y una estética neoclásica, el 904 Living Legend bien podría haber sido todo un rompecorazones.
El prototipo de Porsche gozaba de una aerodinámica excepcional – el Volkswagen de calle tenía un cX de 0,189 – y líneas suaves. Me gustan las llantas, similares a las de los primeros Porsche 911 Turbo de la generación 997. Ya en la zaga podía verse una única tira de LEDs, que anticipaba su llegada a los coches de calle de la marca, además de un difusor funcional y dos generosos tubos de escape. En el fondo, este Porsche tenía más de Volkswagen y Ducati que de Porsche, pero su llegada a las calles habría sido un delicioso soplo de aire fresco.
