Porsche presenta con orgullo el Porsche 911 más antiguo de su colección. Tan antiguo, como que cuando fue producido en 1964 aún ni tan siquiera se llamaba 911. Cuando se fabricó esta unidad, la número 57, el coupé alemán aún se conocía como Porsche 901. Pero sería ese maldito cero en el centro el que, por ser una denominación registrada por Peugeot, acabaría disuadiéndoles de utilizar tal nombre. La historia de este Porsche 911, por otro lado, es apasionante. Tras tres años de restauración, este Porsche 911 ha pasado de ser una masa de óxido, abandonada en un granero, para convertirse en uno de los coches más destacados del Museo Porsche.
Porsche 911
Porsche anuncia que este 911 se exhibirá entre el 14 de diciembre y el 8 de abril, en una exhibición especial que gira en torno a esta unidad, bajo el nombre «911 (901 Nº57) Despega una leyenda». El Museo Porsche necesitaba un 911 muy especial que fuera digno de ser exhibido en ese ejercicio de arquitectura vanguardista que alberga auténticas joyas. La colección de Porsche aumenta de dos formas, gracias a las investigaciones que realiza la propia marca para encontrar piezas especiales, y gracias a hallazgos fortuitos.
La historia de este Porsche 911 es precisamente la de un hallazgo fortuito.
¿Cómo apareció el Porsche 911 número 57?
Un equipo de televisión alemán había recibido una pista, la de un 911 muy antiguo, completamente abandonado en un granero y destrozado. ¡Incluso le faltaba una puerta! En su investigación, este equipo contactó con la marca para investigar su número de serie, intuyendo que podían estar ante un hallazgo importante. Fue entonces cuando Porsche constató la antigüedad y la importancia de la pieza y decidió adquirirlo para restaurarlo y dejarlo impoluto, tal y como se encuentra ahora, y puedes ver en estas imágenes. Tres años después, aquel Porsche 911 restaurado se exhibirá en el museo.
Antes:
Después:
Aunque por el estado en que se encontraba cueste mucho creerlo, los técnicos de Porsche se sintieron aliviados al comprobar que aquel coche no había sufrido ninguna modificación. Era completamente original. Pero el problema estaba en que muchas piezas eran prácticamente inservibles, y otras incluso estaban desaparecidas. Dice la marca que procuraron conservar cada pieza, y cada fragmento, que aún fuera recuperable, en un proceso realmente laborioso, que incluso se llevó a cabo para la restauración del motor, la transmisión, los componentes eléctricos, e incluso elementos de su destrozado interior.
Íbamos a deciros que esta era una buena ocasión para viajar por Alemania, pasar por Stuttgart y visitar el Museo Porsche. Pero lo cierto es que, si sois tan fans de los coches, y de la marca, como nosotros, cualquier momento es bueno para visitar este lugar. Os lo aseguro.
Más imágenes del Porsche 911 número 57 antes de ser restaurado: