Hace apenas unos días tuvo lugar la presentación del renovado Porsche 911, conocido internamente como 992.2. Lo más llamativo del nuevo «nueveonce» es sin duda la llegada de una mecánica híbrida, orientada a las prestaciones y ultraligera. Mejora consumos y añade etiqueta ECO, pero sobre todo, incrementa la respuesta y prestaciones del icónico deportivo. Los puristas de la marca no han levantado la voz, pero sí lo han hecho con la pérdida – o mejor dicho, la dilución – de algunas de las señas identitarias más tradicionales del Porsche 911.
De botones de arranque y cuadros digitales
De la revolucionaria mecánica T-Hybrid ya os hemos hablado, así que os remito a los artículos preparados por mis compañeros. En esta renovación del Porsche 911 también se ha alterado ligeramente el diseño del coche, añadido faros matriciales LED de serie, nuevas llantas o fascinantes detalles de aerodinámica activa. El interior del coche ha sido modificado, y aquí es donde llega el resquemor de algunos puristas, que en parte, podemos entender. El primer punto de fricción está con la introducción de un botón de arranque.
Porsche 911
Fotos del Porsche 992.2
Aunque los botones de arranque se dan por hecho en muchísimos coches a día de hoy, el Porsche 911 siempre se ha resistido a incorporarlos. Hasta la fecha, el Porsche 992, ya disponible con una llave de arranque y acceso «manos libres», seguía montando a la izquierda del volante un mando giratorio que había que físicamente girar. No era una llave, pero seguía requiriendo un movimiento similar al de una llave, en un claro guiño cariñoso a la historia del deportivo. Ese mando ha sido reemplazado por un simple botón de arranque.
Aunque sigue situado a la izquierda del volante, es mucho más anónimo e impersonal. Frank Wiesmann, del equipo de comunicación estadounidense de la marca, comunicó a Carscoops que la razón de tomar esta decisión es «armonizar» el sistema de arranque de los 911 con el de otros vehículos de la marca, presentes en gran parte de los hogares donde habitan los 911. Esa «familiaridad» es parte del concepto Porsche Driver Experience, en el que también se incluye la nueva instrumentación digital de 12,6″ que estrena el 992.2.
De nuevo, otro punto de fricción: esta instrumentación elimina el cuentavueltas central analógico que todos los 911 han tenido hasta la fecha en sus más de 60 años de historia. Son detalles, pero suponen una estandarización de uno de los pocos coches realmente únicos del mercado, y pueden incluso ser vistos como una forma de reducir el coste de producción del coche. La decisión de Porsche de eliminar los asientos traseros de serie en todo 911 que no sea Cabriolet también ha sido vista como una medida velada de «contención de gasto».
No obstante, todos sabemos que estas plazas traseras son un argumento para «vender» el 911 a pareja y familiares, y que realmente no son prácticas. Con todo, Porsche sigue ofreciéndolos en opción sin coste. En verdad, todas estas «quejas» por parte de la comunidad más purista de aficionados no son una mala noticia: son la prueba de que el 911 es un coche que sigue levantando pasiones, y que sigue siendo visto como uno de los más importantes – quizá el más importante – en una de las marcas más queridas del mercado.
Te leemos en los comentarios, ¿cuál es tu opinión?
Fotos del Porsche 992.2