Porsche sólo fabricará 2.500 unidades del Porsche 911 Dakar para todo el mundo y, como ya os hemos contado, esa diversión todoterreno no será, precisamente, barata: su precio arranca en 256.042 euros. Una cifra que puede aumentar si queremos que nuestra unidad luzca el aspecto de los modelos de los años ochenta: el paquete Rally, que incluye (entre otros elementos) esa carrocería bitono, añade a esa cifra otros 30.000 euros. Y ahora sabemos el motivo que justifica semejante cifra.
El Porsche 911 Dakar es todo un homenaje al papel que la marca alemana ha tenido en el mundo de los rallies. Fruto de ello, ofrece una opción para customizar la carrocería que reproduce el clásico esquema de pintura de Rothmans que lucían algunos de los modelos que participaron en el Dakar en la década de los años ochenta. Los mismos que han servido de inspiración para esta versión.
Un trabajo de 16 horas
Porsche 911
Esa personalización incluye el acabado en dos tonos, detalles como unas franjas rojas y doradas, llantas blancas, la palabra ‘Roughroads’ en las puertas y la posibilidad de elegir un número de competición entre el 0 y el 900. A esto hay que sumar, en el interior, unos asientos negros con cinturones de seguridad Shark Blue y detalles en un tono bautizado como Cerámica.
El trabajo de la pintura exterior es realmente especial: no sólo por su apariencia, sino también por todo el proceso de trabajo en el que una parte corre a cargo de Porsche Exclusive Manufaktur, la división de personalización de la marca. Los compañeros de Motor1 preguntaron a Porsche sobre ello en el Salón del Automóvil de Los Ángeles y les contaron que, para llevar a cabo esta personalización, se necesitan 16 horas… que se suman a las 18 necesarias para dar forma al 911 Dakar. Si a esto añadimos todas las operaciones artesanales que implica, quizás entendamos mejor la razón de los 30.000 euros.
Un trabajo artesanal
Todo comienza frente a un Porsche 911 Dakar cuya carrocería está pintada en blanco: se rocía con una capa transparente y se lija como paso previo a proteger las partes que no van a ir de azul. De esta manera, lo preparan para recibir el Gentian Blue Metallic que se aplica manualmente. Cuando todo está seco, se quita la protección y se añaden dos capas adicionales transparentes: completar todos estos pasos lleva a los trabajadores de Porsche 7,5 horas.
Terminada esta fase, la carrocería del Porsche 911 Dakar pone rumbo a la línea de producción para su ensamblaje, pero no es el final del proceso de personalización. Una vez terminado luego, llega el turno de Porsche Exclusive Manufaktur: ellos son los encargados de colocar, a mano, todas las franjas rojas y doradas que completan la librea de Rothmans. Esto requiere el desmontaje parcial de la carrocería, que añade otras 8,5 horas al proceso de fabricación. Una vez que el coche vuelve a montarse, se realiza una inspección final y se manda al concesionario. Si hacéis las cuenta, sólo este proceso implica dos días de trabajo (siempre que la jornada sea de ocho horas).