Del Porsche 911 (992) GT3 dicen que es el mejor de todas las generaciones que hemos visto hasta ahora. Quizás, por eso, las imágenes que os vamos a mostrar a continuación os resulten especialmente dolorosas. No os cortéis: podéis gritar, maldecir e, incluso, llorar para desahogaros. Serán reacciones lógicas cuando compruebes la poca pericia que este conductor tiene para conducir un Porsche 911 (992) GT3 manual.
Hagamos memoria. El Porsche 911 (992) GT3 está impulsado por un bóxer atmosférico de seis cilindros y cuatro litros que desarrolla 510 CV y 470 Nm de par máximo: su corte de inyección está en 9.000 rpm. La casa alemana lo ha configurado con una transmisión PDK de doble embrague con siete relaciones (como la de nuestra prueba) o con una manual de seis velocidades. La unidad que protagoniza este breve vídeo está equipada con esta última.
Ha sido el usuario ‘brennandietzz’ quien ha subido las imágenes a TikTok: 37 segundos bastan para romper nuestro corazoncito. El conductor que está a los mandos de este Porsche 911 (992) GT3 demuestra que no sabe conducir con una caja de cambios manual: algo lógico teniendo en cuenta que en Estados Unidos imperan las transmisiones automáticas.
Cuando el escape no coincide con la velocidad
El Porsche 911 (992) GT3, que luce el naranja Lava en su carrocería, se encuentra en un aparcamiento y los primeros sonidos que emite son el preludio de las sensibles imágenes que vamos a ver: todo apunta a que el conductor está pisando, al mismo tiempo, el embrague y el acelerador porque, además, hablita el launch control del deportivo alemán.
@brennandietzz
Momentos después, escuchamos al coche acelerando hasta su línea roja de 9000 rpm mientras lucha por avanzar lentamente: en algunos puntos del corto recorrido, la nota del escape no coincide con la velocidad a la que se mueve. Y, mientras, tanto los testigos del espectáculo ni se inmutan. Los que parecen acompañar al conductor no muestran ningún tipo de preocupación por lo que están escuchando. Es más, uno de ellos se sube al Porsche 911 (992) GT3 y se muestra impresionado por lo que oye. La única persona que sí parece alarmada por el innecesario sufrimiento del deportivo es quien está grabando el vídeo.
Si nos fijamos en la matrícula, la escena parece haber sido inmortalizada en Oregón (Estados Unidos). No sabemos si el conductor del Porsche 911 GT3 era su propietario, pero si lo es, quizás, alguien debería recomendarle un eventual regreso a la autoescuela para aprender a conducir un coche manual. También habría sido un buen consejo informarle sobre la existencia de la versión automática, pero me temo que ya es demasiado tarde para eso…